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miércoles, 29 de junio de 2016

Simulo tetraplejia en una silla anfibia



Hoy quería ver si se puede disfrutar del baño en una silla anfibia, como tetrapléjica está claro que sí, y la sensación es agradabilísima: Uno se siente acunado. Claro que había inconvenientes: me estaban molestando los pelos en la cara y no me los podía quitar, y no quería pedírselo a mis sufridos socorristas porque demasiado tenían ya.
-venga, tápate la nariz que voy a hacerte una ahogadilla
-no, no puedo: soy tetrapléjica. Hazlo tú, por favor.

Estaba a su merced, pero me trataron con muchísimo cuidado.
-Niña, deja ya de simular, bájate de la silla.
-de acuerdo: al grito de " Lázaro, levántate y anda ".

Así fue: salte de mi vehículo y comencé a nadar frenéticamente, y a dar botes. Cualquiera que me hubiese visto pensaría…, ¿Un milagro?
Después de secar me volví a simular un poco.
Por favor: Tres hurras para los socorristas que atienden a discapacitados en las playas.

WE ARE WITH THE TURKISH AND AGAINST TERRORISM!!! ANINALS!!!

https://youtu.be/dJelOS-fjrY

All my support and solidarity for friends and families. 

Those criminals do not value a so rare amount of random casualities that in millions of years originated life. They prefer intollerance, violence,,fanatism, hate, horror, fear and lack of freedom!!! I shame of my species Homo Insipiens Insipiens!

But no: that would be cruel with so many people who made the name of human race big!!! Help me, cosmic powers! Tell me that we are not alone!

No: they are not allowed to overcome! No, no, no! They are a minority! They are stupid! They are fully ignorant and unsensitive! They don'T merit to win! They must absolutely be annihilated by our strenght!?Please assist me! Let us built a wall of hope!!! Only true love among us can destroy the barbars!!! Let me hug you strongly! Come with me! Help me get the victory! Come on! Don'T leave alone! Let's put our tears together! Only so, we will destroy them!!!

Thousand, million, billion, teragigabillion thanks! ../ .-.. --- ...- ./ -.-- --- ..- [!!!].


Monteverdi y playa



Hace unos días me llegó una notificación de Facebook.

Mirad, no es tan malo elLibrorrostrov. La V la pongo para que suene así a ruso.
Estoy suscrita a un grupo de música antigua, y pude leer que un tal Félix hablaba de un curso de Monteverdi en Cádiz. Mi respuesta fue inmediata: "¿qué? ¿Cómo? ¿Cuándo? ¿Puedo?". Ese fue el comienzo de una gran amistad.

Ayer llegué a Cádiz por la noche, bueno, por la tarde, a las 7:30. El organizador del curso acaban de inaugurar la academia de música donde se imparte; es decir, que este curso de Monteverdi es el inicio de dicha academia, que se llama Bravissimo Music Lab. Tengo dos preguntas, y espero que Félix me la sepa explicar. Querido Félix: si… Ah, no, empecemos de nuevo. Amigo Félix: cuando llegues al cielo… ¡Ay, no! Otra vez. Amigo Félix: si pregunto tanto es porque me lo ha pedido Asimov y porque el doctor Hawking me ha dicho literalmente "be curious". No puedo desoír a tan grandes personalidades. De modo que, ¿Porque habéis dado un nombre inglés a una academia de música que está en el sur de España? ¿Y por qué laboratorio? Da la impresión de que vais a poner unas células ahí, Las vais a cultivar, mientras se cultivan vais a hacerles escuchar música de Bach, luego las vais a bombardear con un acelerador de partículas, A los pobres restos de particulitas desintegradas les vais a echar no sé cuántos compuestos Y la reacción química resultante la metéis en un frasquito, la dejáis reposar 47,589 días con sus correspondientes noches, la sacáis, la dais deh beber a vuestros alumnos y el resultado será unos músicos perfectos.

La academia tiene tres aulas, y cuenta con un clave que he podido tocar.

Los profesores son Jorge Enrique García Ortega, Sandra Massa Santos y... A los demás no los conozco. Félix, o Félix Iván, se encarga de la gerencia. Su niño pequeño, otro Félix, de dos años y dos meses, se encargará dentro de muy poco de la animación. Me encanta porque sabe lo que quiere, o más bien sabe lo que no quiere. "Félix, dale un beso a Rocío". "¡No!". "Félix, di adiós a Rocío".

"¡No!". Mi objetivo en este curso no es aprender cuatro madrigales de Monteverdi, sino conseguir que Félix diga "¡si!".

Me estoy manejando sola por la ciudad, y eso me honra. Mi residencia, de estudiantes, pero que cuenta con habitaciones libres en verano y también incluso durante el curso, se llama Cádiz centro, y como su nombre indica está en el centro de Cádiz. La vida es fácil, ya se ve. La calle es Santo Cristo, que no sé si le han puesto ese nombre porque la gente no se acordaba y decía: " Santo Cristo, ¿cómo se llamaba la calle? ". Es la primera vez que me toman la huella para abrir una puerta. ¡Qué curioso! Tienes que poner el dedo en una pantallita, te lo lee, emite un sonido y luego has de subir cinco escalones a toda velocidad, porque si no se desactiva el sistema de apertura de puertas. No es problema, llego bien.

El personal de la residencia es simpatiquísimo; he intimado con Tere, Ismael y Rosa. Curiosamente, Jaime Catena, jefe de servicios actualmente en la ONCE de Granada, estuvo antes destinado en Cádiz y pasó unos meses aquí. El mundo es pequeño, naturalmente. Me refiero a la tierra, planeta en los suburbios de la galaxia.

La primera clase fue con el insigne tenor de Estepa, amigo de Jesús y Raquel y salido de la hornada de Alonso Salas, Francisco Fernández Rueda. Yo lo vi en el festival de música antigua, en 2010, que interpretó un Stabat Mater de Felice Sánchez Y algunas piezas de Schútz.

La clase fue a solo, para preparar el Madrigal "t'amo, mia vita". Las voces restantes tienen mucho más texto, pero yo repito la misma frase, con lo cual queda meridianamente claro que amo alguien y que ese alguien para mí significa mi vida. Francisco da muchísima importancia a la declamación, a que articulemos bien el texto y nos lo creamos. Me ha respondido a mi pregunta de si puedo acceder a un master de música antigua, concretamente de canto histórico, que se impartirá el próximo curso en Barcelona y del cual estoy detrás desde hace meses, lo que ocurre es que no me contestaron de la organización, pero Fran va a ponerme en contacto con no sé quién, y voy a preguntarlo de Nuevo, y si eso es así, el año que viene me tiro para tierras catalanas. El canto histórico me hace tan dichosa, tan Liliana, tan… En corpórea…, No sé cómo definirlo: me siento en grávida, ligera, en mi salsa, y si encima se le añade un bañito… Porque justo después de la clase me fui a tomar algo enfrente de la academia, en una freiduría, yo solita, claro, y luego tiré para la playa planteándome si iba a dejar mis cosas a los de Cruz Roja para que me las custodiasen mientras me bañaba, más ¡oh, albricias! Allí al ladito del hotel Playa Victoria hay un módulo para discapacitados, que es una especie de carpa, con mesas, sillas, un baño… Todo para mi Marnos y tratarnos exquisitamente, como lo han hecho hoy Bea Y Jesús. Mientras me bañaba, vea permaneció en la orilla, a pesar de que le dije que se volviese y me echara un ojo desde la caseta.

Ahora me van a perdonar los parapléjicos del mundo, y por supuesto mi amigo Hawking, pero hoy me sentí tan libre en el agua, y tan consciente de mi propio cuerpo en el privilegio que supone poder mover las piernas, los brazos, girar cual peonza efectuando un rápido movimiento de rotación… Es mi ejercicio preferido: suelo cruzar las piernas y, para girar, me impulsó sólo con los brazos. Me tiro así un ratito, dando vueltas, y cuando paro me cuesta un poco saber dónde está la orilla y dónde lo profundo, porque he perdido la orientación. No llego a marearme del todo, mas un poco sí, de manera que, aunque me haya detenido, pareciera que estoy moviéndome aún.

Allí en la caseta tienen un carro para bañar a parapléjicos, y mañana lo voy a probar. Comenté que quería ver cómo puede sentirse mi amigo Stephen Hawking. " ¿Quién es ese? "-Inquirió Jesús. Yo le pedí que buscasen Internet. Lo hizo y… " ¡Pues claro! ¿Quién no lo conoce? Pero, ¡hostias! ¿Es tu amigo? ". " ¡Sí, claro, de toda la vida! "-Estuve a punto de responder, mas una voz interior me pidió calma: " ¡No, no, no! ¡Tw tildarán de loca! ¡No es bueno para tu fama! ¡Para tu expediente, para tu curriculum!". " Bueno, yo lo llamo así porque es un colega en la discapacidad, y porque lo admiro ". " Sí, es increíble: he visto su película, me he leído su libro… ". Imagino que será la breve historia del tiempo. De modo que Jesús es otro fan. " ¡Hija, es que me despistó eso de tu amigo! ".Bea se horrorizó. " Es que…, Ese carro pesa mucho ".

" No, hija, no voy a ser tan cruel: yo llego andando hasta el agua, y luego me siento ahí, a ver qué tal la experiencia ".

Estuve tres cuartos de hora en el mar. Entiendo a Hawking Y su obsesión por la gravedad cero, porque claro, ahí se sentiría libre, lo que pasa es que no puede; ya ni en vuelos simulados. Sería muy difícil, imagino. No sé cómo se hará eso. Tampoco sé, luego lo miro, y si no que alguien lo escriba aquí en los comentarios, cuál es la gravedad en el mar. En el agua dulce se flota menos, no sé cuál será la diferencia. También ignoro si a mayor nivel de sal menos gravedad, es decir, que la concentración de sal resultaría inversamente proporcional a la gravedad.

Mafalda llamaba al mar neurótico. Por cierto, no sé si habrá una edición de estos magníficos comics audiodescrita o verbodescrita. Y digo yo: " ¿no se cansa el pobre mar de estar siempre para arriba y para abajo? ". ¡Qué bien huele! Tiene sólo el defecto de la sal: me gusta más el agua dulce. Cuando miadmiradísima Helen Keller, de niña, se bañó por primera vez y una ola la revolcó y le hizo tragar agua, tras lograr recobrarse del susto gracias al abrazo de su amorosa institutriz y maestra Ane Sullivan, le preguntó -le deletreó en su mano- que quien había echado tanta sal en el mar.

Después del baño, más Monteverdi, y realmente una pieza que seguro que encanta a mis amigos cósmicos, se llama sfogava con le stelle. Especially for you, Dr. Hawking! Copio el texto a continuación:

Sfogava con le stelle
Un inferno d'amore
Sotto notturno cielo il suo dolore
E dicea fisso in loro:
Ho immagini belle
Del idol mio ch'adoro
Sì com'a me mostraste
Mentre così splendete
La sua rara ltate,
Così mostraste a lei i vivi ardori
Miei la faresti col vostro aureo sembiante
Pietosa sì come ne fate amante.



Estos antiguos eran unos románticos.

Mañana, más belleza.


domingo, 26 de junio de 2016

Estuche de voto accesible para ciegos: ¡feliz día electoral!

Hoy me dirigí tan feliz al colegio correspondiente con la ilusión de ejercer mi derecho al voto completamente sola. Me dieron una carpetita y tuve que sentarme en un sillón, cómodamente, para leer las instrucciones:

La papeleta del Senado está debajo de una plantilla, donde ha de marcarse la candidatura y luego extraer dicha papeleta e introducirla en el sobre correspondiente. En una hoja aparte hay una guía donde se explica qué candidatura responde a qué numerito de la susodicha plantilla.

Otro sobre contiene todas las papeletas, cada una de las cuales se halla en un sobrecito con el nombre del partido en Braille.

Luego... ¡Huy, me falta algo! ¡Me falta algo, me falta algo! ¿Dónde están los sobres para introducir las papeletas, el del Congreso y el del Senado? Aquí hay dos, pero sin rotular. Busco en el suelo, busco en la carpeta, busco en la mesa... ¡Aaaaah! Van a ser ésos dos, pero: ¿cómo los diferencio? Hubiese bastado con repetir la operación ya empleada para las papeletas: ¡sólo eso! Mas entonces el estuche funcionaría a la perfección, y lo de que en España algo funcione a la perfección no es de recibo, ¡nos quitaría identidad!

-Señora: ¿me podría indicar, por favor, qué sobre es el del Congreso y cuál el del Senado?

-¡Claro! Éste es el blanco.

-Disculpe: ¿y el blanco para quién va?

Suerte! Espero que votéis bien y que esta legislatura resulte, al menos, mejor que la anterior.

sábado, 25 de junio de 2016

¿Nexit? ¿Espxit? ¿östxit? Deuxit? ¿Itxit? ¿Collapxit?

¡Se nos van los británicos! Ahora que se han parado los catalanes...
¿Me equivoco o se tiraron un farol para ver qué salía y Cameron se ha quedado con la boca abierta? Por lo menos dimite, que aquí en España estoy segura de que se pegarían cual lapa al poder.

Tengo varias preguntas para quien quiera explicarme:

1: ¿qué pasará ahora con la cantidad ingente, ingentísima, de inmigrantes europeos que trabajan por aquellos terrenos de la pérfida Albión?

2: ¿Y los gibraltareños?

3: ¿Se aliará el Reino Desunido con los Estados Desunidos para boicotear al resto de Europa?

4: ¿vendrá ahora una cadena de separaciones, en este mundo tan globalizado de pacotilla? ¡Con lo minúscula que es la Tierra dentro de la galaxia, un planeta periférico que tiene la desgracia de contar con estos seres bípedos deseosos de pendencia!

5: ¿Y si todos deciden declarar el boicot a productos ingleses? ¿Se arruinarán? ¿Cómo conseguirá competir la libra con el euro y el dólar?

6: ¿se podrán fusionar otra vez con el tiempo, si ven que la cosa independentista no les compensa?

7: ¿originará esto una "eurocrisis" económica y moral de largo efecto?

Please explain! ¿Y para eso tantos B1, B2 y C1 de Cambridge, que por cierto son caritos? ¡Que me devuelvan el dinero! I am learning English by my own, I don't need you!!! :-) Desde ahora vamos a aprender ruso: ¡Tabarich, expasiva, harachó y paká! ¡Pacá y payá! O chino, que creo que será el futuro. A propósito: ¿cómo se adaptan los ideogramas del chino e idiomas similares al braille? ¿Qué estupidez el esperanto, qué paradoja! Crear un idioma de la nada, algo que per se es vivo. Cuando en unos añitos vaya evolucionando en cada país, si se lo permiten... ¡Otra vez Babel! ¡Y no, Babel no es un castigo divino, mas una extraordinaria riqueza!¡Ja, ja, ja! ¡Crear una lengua por Real Decreto, y regulando cada cambio! Señor doctor Zamenhof: sería usted gran oftalmólogo, pero su visión de futuro fue bastante limitada: ¡no entiende el lenguaje en tanto organismo vivo! En cambio prolifera la neolengua que predijese Orwell, desgraciadamente. A mí me suelen ridiculizasr cuando "hablo raro".

En agosto voy a Ludlow (Shropshire) a efectuar un curso sobre las Vísperas de Monteverdi, que por cierto no dispongo de las partituras en Braille y tampoco las tienen en Londres, Zúrich, Leipzig... ¡Colapso, es una obra dificilísima! La oiré mil quinientas treinta y dos coma cinco veces antes de ir (ni una más, ni una menos). ¡Es preciosa! Aquí un ejemplo.

Por cierto, visitaré Cambridge y Oxford: ¡pena que estén de vacaciones los del King's College y los del New College! ¡Oh! Y mi gran amigo SH igual anda -o rueda- por allí.

¡Ay, que me enrollo! Quería decir que lo mismo me echan cuando flanquee las puertas del Ununited Kingdom, ten points: ¡ah, no! Bueno, yo les digo que no soy española; que pertenezco al Milky Way como ellos. Por cierto, eso suena a un helado, o a un dulce: "pruebe nuestras deliciosas barritas de milky way, con chocolate blanco y crujiente relleno".

Farewell, British people in EU! I will miss you.

viernes, 24 de junio de 2016

Con los ojos de la mente: ¡recupero la vista!


Dos meses van ya desde que recobré la vista. ¡Sí, habéis leído bien! Mi nacimiento antes de lo previsto y la incubadora me han dejado ciega para siempre, mas sólo ahora, desde hace tan minúsculamente poco en la breve historia de mi tiempo lineal, soy capaz de ver con los ojos de la mente.

Ya no me importan mis limitaciones: citando a Stephen Hawking,
"la humanidad es tan insignificante si la comparamos con los eventos del universo que el hecho de ser un minusválido no tiene mayor importancia cósmica".
¡Sí, sí, sí: di que sí! A ver, TELL ME, amigo y colega en discapacidad, si estoy pensando "fuera del recipiente" [Please, please!]:

1. Si yo no fuera ciega, no sería yo. No como se me conoce ahora; viviría en un presente paralelo que podría resultar mejor o peor. Imagina -imaginad- que no conociese a Bach, ni a mi maravillosa familia, ni a mis estupendos amigos, ni a todo el que libremente desee quererme o me quiera de facto. Porque ahí entra la variable de que no hubiese nacido ni en España, ni en Andalucía, ni en mi entorno. De acuerdo: igual en Leipzig, en München, en Salzburg; en Bad Tölz; pero... En Siria, en Irak, en Afganistán, en Etiopía, en Cuba, en Camboya, en Israel... Sí, puede que vidente, mas... Con sordera, narcolepsia, diabetes, esquizofrenia, trastorno límite de la personalidad, difteria, hidrocefalia, dengue, malaria, osteogénesis imperfecta, distrofia muscular, síndrome de Ondina, neurofibromatosis central, adrenoleucodistrofia, afasia, síndrome de Guillain-Barré",... O, lo peor, ¡resfriado [guiño]!

Algunas de estas patologías habrían formado parte de mí y las habría aceptado hasta el presente imaginario; pero con otras ni siquiera habría llegado a 36 años lineales -ni a dos, ni a cinco-, o estaría sufriendo de por vida, o no dispondría de la capacidad de saber si asumía o no mi destino: ¿cómo puede un dulce niño con trisomía en el par 21 y fuerte déficit cognitivo cavilar sobre el puesto que desempeña en su entorno; en su espacio y en su tiempo? Cierto, igual es más feliz que todos nosotros, pero eso no es lo que estoy cuestionando. La idea consiste en que no podemos desear haber sido otra persona bajo la hipótesis de que el cambio resultara a mejor, porque eso no lo garantiza nadie. Claro que partimos otra vez de una premisa falsa, puesto que nunca podremos transformarnos en otro yo salvo en las regiones infinitas de la fantasía desbordante.

2. Es que... Me vas a perdonar, Prof. Dr. Hawking: ¡lo he expuesto ya todo en el punto anterior!

¿Qué dices?
Remember to look up at the stars and not down at your feet. Try to make sense of what you see and wonder about what makes the universe exist. Be curious.

And however difficult life may seem, there is always something you can do and succeed at. It matters that you don't just give up.


-¡Aaaaaaaah! ¡Gracias! Lo tendré en cuenta.

N.b.: las citas puestas en boca de Stephen Hawking son realmente de Stephen Hawking y, por tanto, no pertenecen a mis fantasías delirantes.

jueves, 23 de junio de 2016

Yo explico al doctor Asimov: conversación con el ultramundo.

Querido, estimado, adorado doctor Asimov:
He de pedirte mis más sinceras disculpas: en el mensaje anterior fui demasiado deprisa olvidando que tú nos dejaste en 1992 y desde entonces han pasado muchas cosas, algunas de las cuales has predicho sabiamente; otras no, todo hay que decirlo. Pero lo del aburrimiento y el auge de la psiquiatría... ¡Yo misma lo he vivido, en forma de depresiones! Estaba sola, igual porque pertenecía a esa élite por ti mencionada que no quiere ser esclava de las máquinas. De hecho el otro día desconecté las notificaciones de What's App, un servicio de mensajería instantánea popularísimo que envía texto, imágenes y voz. No, las dos P no son un fallo: se trata de un juego de palabras con "applicación", "App", abreviatura universalizada y que también toma Apple -observa que aquí se encuentran igualmente las dos P-. Gracias a los IPhones y a los pequeños ordenadores Mac, la manzanita ha sufrido un avance considerable. Mas me parece que tenemos que ir por orden y comenzar por Internet... ¿O no?

A diferencia de MsDos, Windows es un entorno gráfico pensado para torpes que no quieran aprender y precisa del teclado sólo para escribir. Los ciegos nos basamos en combinaciones de teclas, bien del propio sistema o de nuestros revisores de pantalla, y hemos de lidiar con páginas que, por su abundancia de gráficos sin etiquetar y de animaciones en movimiento, son inaccesibles y lo ralentizan todo.

Incluso los niños pequeños usan o poseen teléfonos inteligentes y ordenadores, pero los estudiantes aprenden lenguaje de programación sólo en carreras específicas, pues los ordenadores ahora lo hacen todo y no hay que escribirles los comandos; me refiero a los usuarios de a pie, que no tienen que poner eso de "cd..", "c:\>", "imput", "output"... &#161 Me viene un recuerdo de cuando había que meter los datos por cinta magnetofónica, con una serie de bips; de ceros y unos. ¿Qué nota es el cero y qué nota es el uno? Me refiero: ¿a qué frecuencia vibran y qué nota musical representaría cada una? ¿Volverás para responderme?

¿Te acuerdas de cuando el CERN creó las famosísimas tres w? Famosísimas ahora, claro; la World Wide Web. Igual no lo sabes: como no lo extendieron comercialmente hasta un año después de que nos dejaras... Pero sí: ¡tú lo sabías todo! ¡Y fíjate ahora! Cualquier persona tiene ordenador en su casa, y muy pequeñito; además de un teléfono inteligente enano que le permite llevar el orbe en el bolsillo. Lo de las videoconferencias está a la orden del día, y el autoaprendizaje, lo que ocurre es que no se lo sabe aprovechar: ¡son tantos los que emplean la red para malos fines! Boredom, boredom: ¿por qué no haces venir a los de la Segunda Fundación, a ver si arreglan a la humanidad?

Nuestro motor de búsqueda universal se llama Google, cuyo nombre viene de Googol, como habrás imaginado: ¿verdad que es maravilloso que tal denominación fuese creada por un niño de nueve años? Como bien dices, los niños son agudos e ingeniosos y no se cortan a la hora de preguntar: ¿por qué en la adolescencia empiezan a aburrirse, a morir poquito a poco, salvo esa élite de la que hablas?

Las búsquedas en Google tardan no sé cuántos poquísimos milisegundos: para mí, no versada en matemáticas, son inmediatas. Sí: el ordenador es como una religión. Existen diversos protocolos de comunicación, como el SMTP para los correos, el P2P ("pear to pear") para las conversaciones instantáneas, el FTP para la transferencia de archivos y el Http o protocolo de transferencia de hipertexto (que incluye enlaces -rutas directas a otras páginas-, imágenes, gráficos y demás).
Antes nadie sabía por estos lares españoles qué era la arroba, pues ya no empleamos esa unidad de peso, mas desde que el signo se generalizara en las direcciones de correo electrónico se ha hecho popular. Esto lo usa todo el mundo, lo del correo, desde casa y nos enviamos libros, discos, a través de nubes virtuales en servidores de no sé dónde, que permiten gran capacidad de almacenamiento.
Microsoft y Appple siguen siendo las dos grandes empresas, que ya compiten menos porque la segunda se ha especializado en los aparatitos enanos que todos llevan en el bolsillo: IPhone. Bueno, no todos; los hay de otras empresas. También están las tabletas, un poco más grandes. Por cierto: Steve Jobs tuvo cáncer y se negó a los tratamientos convencionales, optando por la homeopatía: ya ha muerto. ¡Increíble!

A las máquinas se les puede hablar, pero lo del dictado y el reconocimiento de voz, al menos en español, funciona regular y me hace cometer faltas de ortografía que nunca habría tenido; por eso prefiero escribir con teclados externos, pero el mío se ha estropeado. ¡Ah, no van con cable! El teclado y muchos cacharros que interconectamos, digo. Es un puerto llamado Bluetooth, que se denomina así por el apodo de Harald, rey vikingo: en noruego, como bien sabes, Blåtand; en inglés Bluetooth; en español, diente azul; pero la gente de a pie no suele conocer este dato.

Sí, contamos con muchísima comida precocinada que nos resuelve bastantes papeletas; pero todavía la gente -quien lo haga- elabora alimentos per se. Y no, no vivimos en casas subterráneas: ¡no me gustaría! ¿Tanto íbamos a dar la espalda a la Naturaleza?

El Siri es un asistente virtual de los dispositivos de Apple al que le preguntamos todo y él se encarga de buscarlo, como habrás deducido por mi anterior artículo. La tecnología robótica avanza, pero la psicohistoria se quedó en tus novelas y los robots no obedecen a esas leyes ni son tan inteligentes como para cuestionarse, por ejemplo, su creación o lugar en el universo. Como diría Hawking, tal privilegio le corresponde únicamente a la especie humana.

Ya se almacena todo digitalmente: libros, música... Eso lo sabes: ¡ceros y unos, ceros y unos! Temo que se pierdan los libros de papel, principalmente aquéllos en Braille por su volumen y alto coste de producción.

La natalidad se controla en algunos sitios más que en otros: lo de la superpoblación es un mal endémico.

Seguimos siendo bárbaros: fundamentalismo islámico, terrorismo, descerebrados que atacan de buenas a primeras y porque sí, parejas que se asesinan, pederastia, virus informáticos, incendio de bosques, corrupción política, robo, pobreza en países subdesarrollados e infinita riqueza concentrada en manos de unos pocos...

Continuamos maltratando animales y cargándonos el planeta. Por desgracia, las placas solares no están muy extendidas. Lo del calentamiento global sigue siendo preocupante: ¡los glaciares se retiran! ¡Los polos se derriten! ¡El nivel del mar sube! ¡Hace frío y calor cuando no toca! ¡Socooooorrooooo!

La gente es cada vez más frívola y superficial, si nos ceñimos a la mayoría; también más ruidosa. Hay mucha redundancia en nuestro mundo; mucha saturación, mucha información sobrante, y nosotros nos damos choquetazos contra el cristal, como la mosca que no encontrara la salida: ¿me ha quedado bien el símil?

Lo dijiste estupendamente: cuanto más acceso al saber tenemos y más cacharritos, cuanta más democratización -o al menos así se entendería a priori- de la cultura, más bruta es la gente. Claro: no sabemos dónde acudir; estamos sin guía: sin Segunda Fundación. ¿Qué diría Alfonso X el Sabio si nos viese?

Las enciclopedias han dejado de producirse y existe una página, llamada Wikipedia, que emula a tu ficción de Trántor pero no la edita una élite, sino que puede ser corregida y aumentada por todo el mundo. No, no lo preguntes, claro que ocurre: ¿ibas a decir que hay vándalos que destrozan las ediciones? ¡Sí, sí y sí! Y que acudimos a fuentes sin consultar su fiabilidad: también, también y también, y lo peor son las páginas pseudocientíficas. Hay personas que por ejemplo se atreven a increpar a sus médicos porque han leído en Internet... O, peor aún: automedicación. ¡Pero Jobs era muy listo! ¿Cómo tan crédulo?

Los coches y taxis eléctricos no se propagan porque las petroleras destruyen las patentes, supongo. Los hay robóticos, pero no están diseñados para el uso particular, aunque las tecnologías de satélite lo permitirían. Hm, en realidad no lo sé: ¿cómo detectan que hay otros vehículos u obstáculos al lado? ¿>Podría un ciego, en un futuro, conducir uno de estos transportes? ¡Tienes que venir para explicarme! Si no, me enfado.

No, a Marte no ha ido nadie todavía: eso tiene poco sentido, ¿no? Lo de las misiones al espacio tripuladas por humanos, digo; lo usaron en la Guerra Fría para presumir y colgarse medallas contra el enemigo; pero, ¡vaya cantidad de dinero perdida! Llega uno, pisa la Luna, dice que la ha pisado, se va y... ¡Ya está! ¡Para eso no hace falta mandar a nadie, los satélites se encargan del trabajo! Bueno, he aquí la humilde opinión de una ignorante.

Plutón ya no es planeta, no me preguntes por qué: cierto que podría buscarlo, mas he de desayunar; todavía no tengo ningún cacharro al que le diga que me prepare café y tostadas y me los lleve a la mesa, pero sí hay robots de cocina y, como predijiste, cafeteras que se encargan de todo: ¡eres un genio!

¿Por qué nos has dejado tan pronto, my dearest? ¿Por error médico? ¡Qué triste! En cualquier caso, yo no te habría conocido vivo tampoco, si consideramos tu terror a volar, a no ser que hubiese ido ex profeso a Estados Desunidos: ¡pero te habría escrito cartas y enviado correos electrónicos!

Adiós, doctor Asimov, que me restan 78 preguntas de tu libro. Gracias por enseñarme a pensar, junto con Stephen Hawking; aunque discurra por caminos nada correctos. I LOVE YOU strongly and deeply!!! Come back, please!

[13 hours later]

Pero, pero, pero... ¿Cómo lo has hecho? ¡Has vuelto, has vuelto! He empezado a leer y, al pasar la página... ¡Me explicas lo de Plutón! "23: ¿en qué difiere Plutón de todos los demás planetas?". ¡Estoy llorando! A los 12 años decidí que el número 23 era mágico para mí: numeración que mi padre asignara a su cinta de los Conciertos de Brandemburgo bachianos. Y ahora vienes tú..., justo a responderme a lo que te pregunté esta mañana: ¡qué ansias docentes! Una duda: ¿mantenemos esto en secreto? Perdona: lo de la órbita inclinada y lo del plano ecuatorial no lo he comprendido muy bien, investigaré despacio. Pero, te pido: ¡regresa de nuevo! Claro que me lo narras desde tu conocimiento de entonces, cuando todavía Plutón era considerado planeta. obvio: incurrirías en paradojas si aprendieras más. ¡Huy! ¿Y qué hacemos con todo esto que te he dicho hoy? ¡Me estoy liando! ¡Ah! Lo entiendes pero no lo procesas, o al menos no como nosotros; porque estás..., porque estás física y oficialmente muerto. Un día me aclaras cómo vences estas contradicciones. Lo que quieres es que yo aprenda a partir de tus libros, pero por mí misma, y con otras fuentes; me pones en el camino, ¿verdad? Como voy a hacer con Plutón: investigar desde lo que ahora se sabe. ¡Qué inteligente! ¿Te cuento, ahora yo, un secreto? El hecho de que ya no vivas con nosotros no supone ninguna barrera, aunque me hubiera gustado conocerte en el mundo... real. Pero bueno, es un mal menor: ¡te quiero así, y existirás siempre en todos los que te admiremos! Prométeme sólo que me iluminarás; me ilustrarás; me instruirás. PLEASE EXPLAIN!

Isaac Asimov: ¡con él me entero de todo! Please, explain.

Asimov predice en 1964 el futuro para 2014. Vídeo: Isaac Asimov - How to save civilization? Esta tarde iba a documentarme un poco con objeto de otorgar más rigor científico a mi escrito sobre tamaño ejemplo de genialidad. Asimov es modelo de humanidad, compromiso, erudición, espíritu inquieto y docente, ansia de dar a conocer su sabiduría, prolijidad..

Como buena hija del tiempo -el lineal- en que me ha tocado vivir, tomé un aparatito, en esta ocasión llamado IPhone. Asimov, tú eres el etimólogo: ¿teléfono inteligente, por la inicial en inglés de Intelligent? ¿Por qué, siendo tan estúpido? El asistente virtual de Google es muchísimo mejor que el incómodo Siri.

"Hablemos de ti, no de mí".
¿Ya empezamos? ¡Lo apago!

Cuando en la novela "2001, una odisea en el espacio" de Clarcke aparecen las videoconferencias y los humanos conversando así con máquinas, era ciencia-ficción de la buena. Ahora resulta lo más natural. El inconveniente es que muchas veces caemos en el agujero negro robótico; y éstos no obedecen a las tres archifamosas leyes ni disponen de cerebro positrónico: ¡qué va! Son tan idiotas o más que la propia Siri.

-Si quiere información sobre nuestros productos, marque o diga 1. Si desea contratar la tarifa Premium, marque o diga 2. Si quiere escuchar nuestras novedades, marque o diga 3. Para problemas con su factura, marque o diga 4.
-¡Hablar con un operador!

-Disculpe, no le he entendido.
-¿Qué número selecciono para hablar con un operador?
-Si quiere información sobre nuestros productos [...].

Y así hasta el infinito. Pero volvamos a lo que estaba relatando: tomé el IPhone y pedí a Siri información sobre Isaac Asimov; es decir, pulsé el botón, el único físico con el que cuentan las pantallas de estos aparatejos diabólicos de la universal manzanita, y pronuncié alto y claro: "Isaac Asimov".
"No tengo a Isaac Asimov en tus contactos: ¿desea añadirlo?".
"¡Claro, claro! Por favor, por favor: si me lo añades, quiere decir que lo resucitas y así podrá ser mi profesor y explicarme todo, todo,todo, todo, con palabras sencillas y entendibles; con ejemplos asequibles; con paciencia infinita; con humor desmedido; con...!"
"Disculpa, Rocío: no te he entendido".

<Ay! ¡Asimov no vuelve! ¡Sólo está en el asteroide 2502! Por cierto: si le daba miedo volar, ¿qué pinta en el espacio, allí sufriendo?

Murió cuando la Expo de Sevilla, que yo tenía doce años: pero como no me lo habían presentado... Entonces andaba yo por las regiones de la Inopia, las Batuecas, Babia, etc.
¡Oh! Mas sólo unos meses después vino "Viaje alucinante", que me encantó: esa idea de la intrusión en el cuerpo humano era originalísima. Y lo del ruido atronador que hace vibrar el tímpano del paciente y asusta a los miniaturizados médicos cuando fuera se caen unas tijeras... ¡Claro, mi sonofobia! Ignoro el motivo, mas me fascinaba pasar los dedos por la primera página, justo debajo del título de la obra: "Isaac Asimov, Isaac Asimov, Isaac Asimov". Quizás me cautivaran sin saberlo la sonoridad del apellido y el ritmo del conjunto.

A los 15 llegó la trilogía de las fundaciones, que pocos meses después se complementaría con los dos añadidos posteriormente y con "Yo, robot". De la saga Foundation, mi preferida fue la Segunda; es decir, el tercer libro, "Second Foundation": eso del control mental y de la manipulación buena para obtener a personas estupendas y erradicar el mal... ¡Qué tierno! También me conmovió lo del afán por acumular saberes en la Enciclopedia galáctica de Trántor, para evitar la extinción de la humanidad: ¡extraordinaria metáfora! Y el anagrama de Bel Riose con Belisario...

Lo de "Yo robot" me hizo pensar en positrónico durante meses. Diez años después leí todo el ciclo, que añadió la ley 0, y "El hombre bicentenario", que me hizo no desear nunca la inmortalidad: cuando todos aquéllos a quienes amamos se hayan ido, ¿qué objeto tiene vivir? Y si ellos fuesen igualmente eternos...
1: ¿cómo haríamos para caber? Imagino que colonizando el espacio y reduciendo la natalidad, mas entonces seríamos siempre los mismos.

2: puesto que nuestra materia es finita, y por tanto las combinaciones, por ejemplo de neuronas, motor del pensamiento, son limitadas -esto válido si no se destruyeran o degeneraran, algo falso-, intuyo que nos estaríamos repitiendo eternamente; o bien olvidaríamos para volver a recordar.

3: ¿se pararían pues el envejecimiento y el deterioro natural de los órganos, los tejidos, los huesos...? ¿Nos congelaríamos en el tiempo? ¿Cómo es eso posible? No lo es, y basta: la inmortalidad no tiene sentido y no sirve para nada.

y si me plantean lo del alma... ¿Qué es? ¿Incorpórea? ¿Cómo y cuándo sale de tu yo? ¿Dónde va? ¿Se pasa la vida, o la no-vida, contemplando a Dios? ¿Qué es Dios? ¡Socorro!

Las obras de divulgación histórica de tan gran maestro son cautivadoras, porque igualmente lo explica todo con claridad meridiana y te planta a los personajes como si los tuvieses allí delante. Me faltan algunas por leer. Ahora, en cambio, estoy con las cien preguntas básicas, "Please, explain": ¡es lo que necesito, a alguien que me explique!

Lamento en el alma... ¿En el... Qué? Lamento de corazón no poder abrazar agradecida y efusivamente al genio con el que soñaba en mi adolescencia, cuatro años después de que nos dejase, mas trataré de hacer llegar mi homenaje a sus seres queridos.

Recuerdo una escena de mi época escolar. Cuando tenía siete años, mi maestra de entonces, a la que hube de sufrir durante un trienio crucial para mi desarrollo intelectivo, no era dada en prodigarse en explicaciones para ella más que obvias, aunque para nosotros, alumnos, fuesen totalmente sorprendentes e inauditas. ¡Parecía odiar que le preguntaran!

Un día estábamos en Ciencias Naturales.

-Seño: ¿cómo es el corazón?
-¡Qué tonta! ¿No has visto esas cajitas, en forma de corazón?

-¡No! ¡Es que nadie me lo explica!

Ahora me río por otra escena, cuando dimos que Graham Bell inventó el teléfono:

-Pero, seño: ¿tantos teléfonos inventó ese señor?

Ella se rió, comentó mi divertida ocurrencia con una colega pero no me explicó por qué era tan graciosa, tan ridícula y tan idiota a la vez.

Mi maestra murió hace poco. Su impaciencia y sus broncas, además de su forma de hacerme sentir la más imbécil del universo ante mis compañeros y el mundo, me hizo odiar las matemáticas y fue responsable de muchos de mis traumas y miedos al error y a la ignorancia causantes de crisis depresivas durante toda mi vida. La vergüenza a preguntar la estoy superando ahora, de la mano de Asimov y Hawking.
Thank you very much, my dearests teachers! Is it a crime to formulate "silly" questions? Please explain!
"No, no, no, no and definitively no!!! On the contrary, it is an inexcusable crime not to formulate those completely clever questions!".
Oh thanks again!!!

Me acabo de enterar de que Asimov murió de SIDA por culpa de una transfusión de sangre contaminada durante una intervención: ¡no, no, noooooo! ¡Y sólo con 72 años! ¡No es justo! ¡Que Dios castigue a tan irresponsables profesionales de la Sanidad!

I adore you, Doctor Asimov: PLEASE, EXPLAIN [Cry]!

Isaac Asimov: The three laws of robotics. Isaac Asimov predice el aprendizaje por Internet en 1988.

martes, 21 de junio de 2016

sonreír no cuesta dinero

😆😘🤗😎🙂😄😀🤗🤗🤗🤗🙂😄😘😘😗☺️😇😂😃😂😗🤗🤗🤗 ¿Cuánto cuesta hacer sonreír a una persona? ¿Supone un esfuerzo tan tremendo? ¿Se os caen los annillos o corremos el riesgo de perder nuestra dignidad si nos tomamos la vida con humor?
Decidme entonces: ¿por qué la sociedad nos obliga a ser serios, a no salir de las pautas de conducta esperadas que, imaginamos en nuestra pobreza mental, todo el mundo alabará? ¡malditos! Si erradicamos el humor de nuestra vida, corremos el riesgo de tornarla ilimitadamente sosa y predecible, lo que terminaría por deshumanizarnos, alienarnos y, ¿nos haría explotar? ¿Anularnos liberando mucha mayor cantidad de energía que la producida por las bombas de Iroshima y Nagashaki?

¡Ay! Estoy pensando el el pobre Einstein: en su afán pacifista envió una carta a Roosevelt para advertirlo de los peligros que entrañaban los nazis con la bomba atómica y a los americanos no se les ocurre otra cosa que tomar nota y fabricarla ellos: ¡Bravo, Estados Desunidos! ¿Cómo pudisteis? ¡Y así, indiscriminadamente, contra civiles! Roosevelt y demás responsables: no os digo nada. No hay palabras que puedan expresar mi indignación. Komm, Herr Hawking, hilf mir klagen!

Os propongo un ejercicio: cada día, cuando os levantéis, pensad en cómo hacer sonreír al menos a una persona. Son las 12 de la mañana y voy ya por 5.

Reíd, millones de criaturas!

lunes, 20 de junio de 2016

Hans der Kluge: el caballo más listo del mundo.

Ésta es la historia de un caballo alemán de comienzos del siglo XX llamado Hans.

Hans sorprendió a todo el mundo con sus destrezas nada usuales en equinos: sumar; restar; multiplicar y dividir, operar con números fraccionarios; calcular fechas del calendario; discriminar notas musicales, etc.

Su forma de actuar era la siguiente: cuando había de responder algún número, daba los golpecitos pertinentes en el suelo con la pata. Si se trataba de seleccionar entre varias opciones, se le presentaban éstas y golpeaba con la Pata o asentía con la cabeza al llegar a la correcta. Si las contestacionnes eran excluyentes (de "sí" o "no"), Hans afirmaba o declinaba con la cabeza.

El inaudito prodigio sorprendió tanto que se creó una comisión encabezada por el psicólogo Oskar Pfunngst para investigarlo. Se llegó a la conclusión de que Hans era listísimo, pero no en el sentido que todos imaginaban: el caballito se había convertido en un experto en la interpretación de las reacciones involuntarias de sus observadores cuando oían lo que querían oír. Por ejemplo: cuando se llegaba a la solución de un problema, el cuerpo del observador se inclinaba hacia adelante. Hans atendía también a las expresiones faciales. Si se le tapaba al observador, seguía dando golpes con la pata hasta el infinito.

Esto nos hace concluir que el lenguaje corporal es mucho más importante de lo que pensamos, y que habla por nosotros, aunque no queramos; a no ser que tengamos extremadamente dominada la técnica del autocontrol.

Bravo, kluger Hans! Du hast die ganze Welt auf den Arm genommen!

domingo, 19 de junio de 2016

Pere Estupinya: ! Así es un buen maestro!

Este vídeo me ha conmovido y demuestra con creces que los niños son capaces de cualquier cosa cuando se los motiva. Pere Estupinya es aquí el ejemplo de buen maestro; de amante de la transmisión de conocimientos; de creer en la educación como algo hermoso: no como alienación, guardería de niños o instrumento de aniquilación total: es decir, una antieducación.
Me gustaría conocer a Pere Y formularle igualmente multitud de preguntas. ¡Oh! Ojalá pudiese reunir a todos mis ídolos, presentes y pasados.
Los chicos, ávidos de saber, han planteado cuestiones bastante inteligentes.
Aquí tenéis el vídeo.
Después de Asimov, por tanto, vendrá El Ladrón de Cerebros. Me está fascinando esto de la ciencia, aunque no llegue nunca a poseer habilidad matemática ni destrezas que me permitan hacer deducciones y conclusiones con números o fórmulas.
No tiene nada que ver, pero de pronto estoy pensando que la Iglesia se podía haber dado un poquito de más prisa en perdonar al pobre Galileo Galilei. Lo adoro porque no se calló. Claro que hubo de retractarse para no ser quemado, eppur si muove: !jajaja! ¡Di que sí! Además el padre, Vincenzo Galilei, fue laudista y compositor.
Eppur si dorme: buonanotte!

sábado, 18 de junio de 2016

May Ashworth: la abuela que busca en Google con educación.

May Ashworth tiene 86 años y es una señora inglesa que no se corta con esto de las nuevas tecnologías ni se amedrenta ante Internet. El otro día, su nieto Ben John fue a usar un momento el ordenador y encontró la siguiente búsqueda efectuada en Google: "Por favor: ?Podrías traducir el siguiente número romano? MCMXCVIII. Gracias"'
Ben se reiría muchísimo y dijo a su entrañable abuelita que no era necesario ser tan educado con una máquina, a lo que ella respondió que eso es lo normal, que así trata ella a todo el mundo: ¿porqué no lo iba a hacer con un servicio tan bueno, tan útil, tan efectivo y tan rápido?

Ben lo publicó en Twitter e hizo famosa a su abuela. A los seis días, Google respondió. Esto es un milagro, un auténtico milagro, porque yo he intentado contactar con Google para decirles que tanto la plataforma Blogger como YouTube son inaccesibles, y no hay manera. Tienen un teléfono de atención al cliente, y cuando superas la barrera de los robots te mantienen en espera hasta el infinito y más allá. Entonces en Internet encuentras un servicio llamado Google Empresas, pero al registrarte con tu cuenta enseguida observa que los estás engañando y responden: " usted no es una empresa". No, si cuando digo yo que el Gran Hermano está instalado como un cáncer en nuestra sociedad…

Aquí Google en Gran Bretaña respondió lo siguiente a tan querida señora:

"Dear Ben's Nan, hope you're well. In a world of billions of Searches, yours made us smile. Oh, and it is 1998".

Al parecer, la abuelita pensaba que hubiese allí alguien físicamente, y que si ponía por favor y gracias las búsquedas serían más rápidas. ¡Qué estupenda eres, Grany! Please continue being so polite, Mrs. Ashworth! Thanks.

https://www.theguardian.com/uk-news/2016/jun/16/grandmother-nan-google-praises-search-thank-you-manners-polite

viernes, 17 de junio de 2016

Cantando a Bach / singing to Bach / ich singe an Bach

Primero ante su monunento fuera de la Iglesia de Santo Tomás y luego dentro, junto a su tumba, donde le lanzo una rosa.
En la iglesia le canto bajito porque es algo íntimo. Se oye el órgano, que lo estaban afinando.

Danke, Herr Bach!!!




U



Última entrega del disuacidio




Ramón Sampedro era hombre de mar. A los veinticinco años, este luego tristemente famoso gallego cometió una imprudencia arrojándose al agua desde una roca y quedó tetrapléjico.

Ramón, persona inteligente y de ideas claras, detestaba la perspectiva de no poder moverse nunca. Él no tuvo el espíritu de Stephen Hawking, colega en parálisis. Su deseo era morir, pero la legislación no lo apoyaba. Se convirtió en adalid de la causa de la eutanasia; sin éxito, por supuesto. Al final logró que una amiga suya, Ramona, lo llevara a su casa y ella misma le administró el veneno (una dosis letal de cianuro: ¡pobreeeeeeee! ¡Cuánto hubo de sufrir, no quiero imaginarlo!).

A modo de protesta y de reivindicación, Ramón grabó los momentos de la ingesta vídeo que daría la vuelta al mundo y que no será reproducido aquí por razones obvias: ¡podría herir la sensibilidad de mis lectores! Lo siento, querido marinero anti - vida.



Dependiendo de la persona, por tanto, la existencia puede resultar maravillosa o infernal. Pero: ¿nos corresponde a nosotros decidir cómo y cuándo debemos morir? ¿Por qué tanta prisa? ¿Cuánto tiempo vamos a tirarnos vivos? ¡Una minusculez comparado con los eventos del universo! ¿Por qué no esperamos y dejamos a la Naturaleza que siga su curso? ¡Ya nos iremos! ¿Qué más da?
El suicidio tiene que doler, a no ser que se haga con anestesia. Además supone un inútil y tremendísimo gasto de energía [Guiño]: ¿cierto, Prof. Hawking?

Pero: ¿nos pertenece el derecho de privar a los seres queridos de nuestra presencia? No: claro que no hemos de rendir cuentas a nadie de nuestra propia vida salvo a nosotros mismos, mas... ¿Somos tan indignos de nosotros como para autoinmolarnos? No, indefectiblemente no.
Las depresiones pueden curarse; deben curarse con el tratamiento y la atención adecuados.

Suicidas del mundo: si se os viene a la cabeza quitaros la vida pero buscáis una ayuda en vuestro inconsciente que os disuada, comunicaos anónimamente -si así lo deseáis- mediante comentarios y proporcionadme una vía de contacto. Desde aquí os juro que os ayudaré.

El curso próximo me propongo colaborar con una asociación de paralíticos cerebrales planteándoles algún tipo de terapia a través de la música y con el teléfono de la esperanza.

¡No os rindáis, millones de criaturas!

John Jenkins: Pavan for two bass viols.

Suicidio (continuación): ¡nunca os quitéis la vida!


William Byrd: Fantasia. Consort of viols.

Ahora estamos en Frankfurt, un aeropuerto lleno de gente y de niños ruidosos. Igual no está acústicamente preparado. ¡Ah, no! Es que el grupo es demasiado grande.

Ya he subido al avión. He descubierto que el Bluetooth puede ser activado desde el "modo vuelo", cosa que yo juzgaba imposible; así que, desde ahora, ¡fuera aburrimiento en los viajes!
Por cierto: mi móvil tiene un fallo en su programación, pues cuando le activo el modo vuelo ni vuela ni nada. ¡Éstos de la manzanita están pirados! Please explain: ¡Que alguien me diga de dónde viene la famosa I! Espero que no sea de inteligente, porque la Siri por ejemplo es estupidísima. "Hablemos de ti, no de mí". "¡Es que te odio, Siri!". "Creo que no merezco esa contestación". Anda, apago el móvil.

Cuando acabe este artículo volveré a mi Breve Historia del Tiempo y, tras finalizar, iniciaré feliz "Cien preguntas básicas sobre la ciencia y luego "El ladrón de cerebros". ¡Por mis huevos...! Hala: por mis ésos que aprendo ciencias, aunque sea a nivel primario! Me lo ha pedido mi adorado Stephen Hawking y se lo debo. Voy a ser toda mi vida ignorante, mas lucharé contra ello en lugar de resignarme a la mediocridad autocomplaciente.


Pero vayamos al asunto que me traigo entre manos últimamente y que me intriga aún más desde los años de depresión: ¿por qué una persona puede llegar a quedarse vacía por dentro, aunque no sufra dolor físico, hasta el punto de desear, ansiar e incluso perpetrar su propia muerte?
-¿Por qué te ocurrió a ti?
-¡Ah, ya has vuelto! Pero tú no puedes volar: por favor, por favor, no quiero sentirme responsable de...
-¡Silencio! He venido sólo para que respondas a mi pregunta; luego vuelvo a Cambridge.
-Me pasó porque... Dejé el trabajo; me sentí incapaz; me supe una carga, un lastre para mi familia y amigos y para la sociedad. Estaba convencida de que todos me habían engañado, como dijeron mis colegas: "Te soportamos al principio porque era sólo para un año, pero ahora... ¡Esto es insostenible! ¡Un ciego no puede dar clase a treinta niños videntes!". Traición, traición: antes me querían porque pobrecita cieguecita, mas todo era falso; me atribuían más méritos de los que...

-¿Querrás callarte? Llevo un rato intentando que pares y me escuches. ¡Aaaaaay! No has cambiado: no has cambiado: la lucha contigo va a ser muy dura. ¿Qué te pasa? ¿Te has convertido en una cascada de palabras, eres acaso verborreica? ¿Ves? ¡Ahora te estoy imitando! ¿A que te cansas de escucharme? ¿A que quieres que me calle al fin? ¿A que me desconectarías de buena gana por unas horas? ¿A que...? ¡Pero no: no quería hacerte llorar! ¿Cómo funciona tu química cerebral, si puede saberse, que no hay un día en que no derrames lágrimas? ¡No se puede sufrir tanto en ésta la vida que tenemos: única e irrepetible! ¡Vas a perder demasiado el tiempo! ¡Ay, ay, ay: no sé qué hacer! Veamos, veamos...
En mi época infantil, cuando un niño vertía lo que era considerado como lágrimas de cocodrilo, solían espetarle sus mayores: "Te voy a pegar para que llores de verdad". Yo no lo hago porque no puedo y porque no quiero, va contra mis principios. Sin embargo... ¿Sabes que un bofetón a tiempo rompe ataques de histeria? No, tu llanto no es histérico; más bien de autoestima: crees que no te acepto o que estoy enfadado contigo. No, no respondas: lo sé. Quería decirte que conozco toda esa historia de la depresión, y los demás lectores también: por activa, por pasiva, por pasiva refleja y por perifrástica. No es necesario que gastes energía en repetirla; energía y ánimo. Cada vez que lo revives te alteras; lloras; te afecta: ¡y no es justo! ¡Ya está bien! Han sido cinco años en esta última crisis y nueve en toda tu vida. ¿Sabes lo que significa eso? Oh my darling! Ahora voy a llorar yo: ¡lo consigues! Espera: un cuarto de tu joven vida: de tu vida entera contando los periodos de inconciencia infantil y de ingenua niñez. ¡Es demasiado! ¡Un cuarto de existencia con depresiones! Vamos: déjalo ya. Me has presentado los motivos que a ti personalmente te inddujeron a querer morir. Son perfectamente válidos: pensabas que no ibas a poder disfrutar nunca; que sufrirías de por vida en el plano emocional; que eras una carga y una retrasada mental. Mírame; mírame; mírame ahora y responde a esta pregunta. Tómate tu tiempo, todo el del mundo: no tengo prisa. A ver: si te encontraras con un discapacitado, retrasado mental, dependiente por su problema, totalmente dependiente incluso... ¿Me sigues? Pongamos por caso... No sé, un chico con cociente intelectual de 40, aunque yo no soy nada partidario de tales mediciones, pero por acotar de algún modo el ejemplo. También un autista: un autista con parálisis, que fuese en silla de ruedas, o un paraítico cerebral que apenas pueda comunicarse y dependa de todos. Mírame, por favor; y responde: si encontraras a esa persona, ¿pensarías que merece ser aniquilada?
-¿Quéééééé? ¡Me ofende muchísimo que creas eso de mí! ¡Ni que yo fuera una nazi! ¡Por favor! Ahora estoy enfadada: muy enfadada. Entonces, según lo que afirmas, crees que yo pienso que hay gente de primera y de segunda, y que los improductivos deben morir para no estorbar a la sociedad, y que tú por ejemplo tendrías que ser eliminado porque cuestas mucho dinero, y que los retrasados mentales son un lastre, y que...

-¡Para; para; para; para; para; para! ¡Socooooooorrooooooooo! ¡No lo soporto! Y el problema es que no puedo salir corriendo. ¡Por favor: enfermera, querida enfermera! Pero no, no... ¡No, no ocurre nada: gracias! Bromeaba con esta amiga; no, no. Puedes irte, querida. Déjanos solos un rato; espérame en la cafetería. Le diré a esta chica que te busque. No: no estoy en peligro: no, no. Sí, no te preocupes. ¡Aaaaay! Y con la tontería hemos perdido ya tanto tiempo... Perdido o ganado, no lo sé bien: todo depende. Pero tú, querida; que voy a dejar de quererte como sigas así, voy a dejar de quererte en broma, claro. Tú, incansable: ¡Aaaaaay! ¿Te cuento un secreto? ¡Tampoco yo me canso! Por eso nos llevamos tan bien. Mas ahora tengo una pregunta: ¿no te agotas de tanto llorar? ¡Oh; oh; oh! ¿No quieres hablarme? ¿Estás realmente enfadada? De acuerdo, escúchame pues: por última vez. Luego me iré para siempre y no volverás a verme. Sólo un cuarto de hora de conversación al ritmo normal del resto de mortales; al nuestro... ¡No quiero ni pensarlo! Da igual, el tiempo es relativo. Relájate, siéntate correctamente: ¡siempre estás encorvada: pareces una gamba! No contraigas así el gesto. No te balancees. No cierres los puños, por favor: es agresivo. Escondes mucha rabia dentro de ti y no sé por qué.

Yo no he dicho nada; nada; nada; nada; absolutamente nada de lo que me atribuyes. Has inventado una historia al completo. Sólo he planteado una hipótesis de trabajo para llegar adonde quiero llegar. Es mi método, y creo que el mejor. ¿Conoces la mayéutica? Sí, tú eres una chica instruida. No voy a pedirte que no llores; es una obviedad: si continúas derramando lágrimas es porque de algún modo lo necesitas. No voy a ofrecerte un pañuelo porque no puedo dártelo. Sí, soy descortés: lo siento. Acércate, por favor, y mírame por última vez, si es ése tu deseo, que no el mío.

-Imagina que ni tú eres tú ni yo soy yo. Desde ahora te llamarás A. A encuentra a B: una persona con problemas y que supone una carga para la sociedad y su familia. Bueno, eso bajo su distorsionado punto de vista. La persona no experimenta dolor físico: nunca podrá aprender mucho por su retraso mental y siempre será dependiente por su parálisis. ¿Pensarías en algún momento, querida A, que B es innecesaria, basura? ¿Que ha de ser eliminada?
-¡Te odio!
-Gracias. Eso quiere decir que no se te ocurriría ni por asomo, y yo lo sé. Ahora prepárate: esto es más difícil.

B es una persona muy inteligente y muy capaz; miembro del club Mensa [Guiño]; amante de la música y la naturaleza; sensible; humana: ¡todo un ejemplo de bonhomía! Un día B se encuentra con A, que eres tú en esta hipótesis. O sea, que no eres tú. No tú en la realidad. Tú en tanto A, la del ejemplo de arriba.

A dice a B que se quiere quitar la vida porque se ve inútil: ¿qué haría B?
-Ayudarla.
-¡Ya, obvio! ¿Y cómo?
-No sé. Le daría amor, comprensión.
-¿Y si A no quiere ser ni amada ni commmprendida?
-Lo seguiría intentando.
-¿Cómo?
-No sé: no conozco ni a A ni a B.
-A A sí la conoces porque fue creada a tu imagen y semejanza. Dime: ¿qué harías tú si tú fueras B y encontraras a A?
-¡Me estoy liando: siempre tan complicado! ¡No te soporto! Si yo fuera B... No lo sé, ¡no lo sé: ¡déjame!
-De acuerdo: haz el favor de llamar a mi asistente. La cafetería está saliendo a la izquierda; te orientarás por el ruido.
-¡No, no, espera! Si yo fuera B... Lo primero... La abrazaría.
-¡Muy bien! Y A no siente emociones. A A no le llega tu abrazo.
-La abrazaría otra vez.
-¿Y luego?
-Hm: le cantaría una canción.
-¡Qué tierna! Por eso sufres: una sensibilidad hipertrofiada. Mas volvamos a lo nuestro: ¿quién te ha dicho que A tiene ganas en este momento de que le cantes?
-Antes le preguntaría si tiene ganas.
-A ver; yo soy A: ¡Déjame en paz! Sólo quiero morir.
-Hm... No, ¡espera!
-¿A qué?
-A que... A que te cuente una historia.
-¿Te crees acaso Sheresade en versión un poco sui generis? Además no tengo ganas de escuchar historias.
-¿Quieres dar un paseo?
-¡No! Quiero morir: ¡ayúdame a morir! Me harías felicísimo.
-¿por qué?
-¿Quién eres tú para preguntarme eso? Mi vida es mía y sólo yo tengo derecho a gestionarla. Nadie me pidió permiso para traerme al mundo: ¿a quién le he de rendir cuentas ahora para dejarlo?
-Hay gente que te quiere.
-Ellos me querían como era yo antes; ahora ya no, porque voy a estar siempre sufriendo. Voy a ser una carga. No merezco el cariño de nadie.
-Yo te quiero.
-¿por qué me quieres? ¡Porque estás engañada! ¡Porque me miras con otros ojos! No quieres ver la realidad.
-La realidad es relativa.
-¡Ajajá! ¡Ésa es buena, my dearest! Perdona: B se ha tornado yo por un pequeño lapso de tiempo. Volvamos. B dice: "¡basta de rollos, Déjame en paz!"
-Hm... ¿Puedo darte la mano?
-¡No! Odio que me toquen.
-¿Puedo... Puedo... ¿Quieres comer algo?
-¡No tengo hambre! Quiero morir.
-¿Quieres que abra la ventana para que te entre el aire de la calle? Ha llovido y huele muy bien.
-¡Que noooooooooooooooooooo!!! ¡Vete de mi casa y déjame morir. Si eres mi amiga has de respetar mi voluntad.
-¡No tengo derecho a matarte!
-No vas a matarme. Vas a dejar que cumpla mi deseo.
-112; 112. ¡Hola! Lo siento, hay un peligro inminente. En la calle ... número ... hay un potencial suicida. Vengan cuanto antes, por favor: ¡les suplico! ¡Ayúdenme; es urgente! ¡Tengo miedo!
-¡Bravo! Seamos ahora nosotros; los de antes: ¿por qué en la hipótesis de trabajo has salvado a A, hecha a tu imagen y semejanza, y en la realidad no querías salvar a esa parte de ti que representa A? Pues yo me he limitado a repetir tus pensamientos de entonces: los habrás reconocido, por little person.
-Porque...
-¡Ay, qué perezosa eres! Cuando no quieres pensar lloras y así a mí me da pena, te soluciono la papeleta y encima te mimo. ¿Qué decía tu sobrina con seis años? Ah, sí: que no eres ciega, sino que te haces la ciega para que te quieran. ¡Oh, madre mía! No sé qué hacer contigo. ¿Por qué te has salvado?
-¡No lo sé!
-Yo sí: porque en el fondo no querías morir. ¡Claro que no! Buscabas desesperadamente ayuda; una ayuda que no encontrabas. Ansiabas un guía; unas pautas para reconducir tu lacerada conducta; un nuevo y positivo enfoque: una mano amiga en definitiva; como la mía ahora, ¿cierto?
-¿Yo soy tu amiga?
-¡Ay, Galileo: ¡ayúdame! ¿Qué hacemos con ella? ¡Me exaspera! ¿Por qué preguntas eso, y por qué redoblas el caudal de tu llanto?
-¡Te he dicho cosas horribles!
-Y yo a ti, ¿no es verdad? Así que, en paz.
-¿Estás disgustado conmigo?
-No, no; pero tienes que ser mejor alumna en el futuro: ¡no haces los deberes! Para mañana te encomiendo los siguientes, querida escolar:
1) ¡ESCUcHar MÁS Y HABLAR MENOs!!! Por favor; por favor: ¡hazlo!
2) ¡TOLeRANcIa! Has de comprender al otro aunque no estés de acuerdo con su forma de pensar.
-¡Eso lo hago!
-¡Maldita sea! ¡Calla: no he terminado!
3) ANALIZAR las situaciones antes de inventar tu propia historia y actuar en consecuencia con algo que sólo está en tu cabeza. También tuviste unos fantasmas durante tus crisis que te anularon; aunque no fuesen reales: ¿me equivoco? Creías estar defraudando a todo el mundo: ¿verdad? Dejémoslo, por favor; y deja tú de llorar: my goodness!!! ¡Uuuuuuuuuffffffff! He perdido el hilo.
-Pero, ¿me quieres aún?
-¡Qué idiotez! Perdona: ¿por qué preguntas eso tanto? ¿Tienes dudas del cariño de los demás o es que precisas un reconocimiento constante?
-Las dos cosas, o... Es que pienso que no valgo y por eso necesito que me digan que sí.
-Nadie tiene que tasar lo que vales. A ver; Rocío al peso: 54 kilos de estulticia. ¿Te gusta así? ¿Quieres ser una mercancía? ¿Como los esclavos? ¡Aaaaaay: qué nazi eres contigo misma! Si te odias, nunca podrás querer a los demás.
-No... No sé qué decir.
-Pues no digas nada: acércate a mí. Dame la mano. ¡Eso es! ¿Olvidamos nuestras diferencias? ¿Dónde tienes el off de las lágrimas, criatura? ¡Basta, te ruego; así es dificilísimo! Me voy.
-¿Dónde? ¿Qué hora es?
-Para ti un cuarto de hora más tarde. Para mí...
-¿Qué dices? ¡Estás más loco de lo que yo pensaba.
-Y ahora, eminente psicóloga, yo tendría que ponerme a llorar y a decir que nadie me quiere: ¿verdad? ¡Pues no: no lo haré! Tiene que darte igual si los demás te aceptan o no mientras que tú trates de hacer las cosas bien y de no dañar a nadie.
-Gracias, profesor Hawking.
-Cuando cuente tres dejarás por fin de llorar, o me enfado de verdad y para siempre contigo: one, two, three. ¡Basta! ¡Brava, buen control! Sigue con tu crónica. Nos veremos pronto.
-¡Profesor Hawking! ¿Cómo...?



¡Se ha volatilizado, no está! ¿Cómo lo ha hecho? Sigo con lo mío en un tercer capítulo. El professor Hawking me ha interrumpido

Teléfono de la Esperanza.
Línea centralizada (España): 902500002. Sin coste para el usuario: deriva a las sedes provinciales.
John Dowland: Lachrimae..

¿Por qué existe el suicidio? Por favor: ¡morid de muerte natural!


Alfonso Ferrabosco: Allmande.

No entiendo cómo la especie humana parece tener en sus genes un código de autodestrucción per se: no para beneficiar a la prole; no para preservar el estuche genético en otros seres: simplemente con el fin de desaparecer; anularse; volatilizarse; evitar el sufrimiento.

Ésa puede ser la clave, pero... Lo entiendo en enfermos terminales que han de soportar eternamente dolor físico agudo: yo por mi parte no lo aguantaría, o eso creo ahora desde mi cómoda posición de no sufriente. El dolor físico continuado, si es muy fuerte, no te deja pensar, concentrarte. El otro día me golpeé con una columna en el ojo y me quedé un cuarto de hora paralizada, casi sin saber quién era o dónde estaba. Después, durante tres días, me resultaba dificilísimo concentrarme y sufrí fuertes jaquecas. No fui al médico por no darle importancia y porque imaginaba Que no me iban a abrir la cabeza para reparar el desaguisado, así que dejé estar y procuré no agobiar a la familia y disimular en lo posible con gafas de sol.

Tammbién defiendo la eutanasia ante un coma terminal: ¿para qué mantenerse como una roca, sin pensar, sin sentir? ¡Vaya gasto inútil de energía! Aunque: ¿los que están en coma, sienten? ¿Se puede analizar a partir de las corrientes eléctricas de las células nerviosas? Por favor, ¡informadme!

Si yo estuviese vegetativa y pudiera pensar, pero nadie lo supiese... Es una de mis obsesiones: la incomunicación con el mundo. Creo que por eso me gusta tanto aprender idiomas y es una de las razones por las cuales admmiro profundammente a Helen Keller y a Stephen Hawking: ellos batallaron hasta el agotamiento contra la amenaza de la incomunicación. ¡Y triunfaron!
Mi escena predilecta de "La teoría del todo" es aquélla en que la enfermera Elaine Mason -más tarde pareja de Hawking- le presenta la tablilla de comunicación y lo insta a que interactúe con ella: ¡él consigue pedir un té! Tras muchas lágrimas desde que le fuese denegada, cruelmente arrebatada la facultad de hablar, ¡pero lo logra!
¡Oh Stephen, Stephen, Stephen! Perdona que te tutee en este contexto: ¡somos colegas! ¡Oh, mente activa y Ruidosa! Seguro que tú... Disculpa lo que voy a escribir: ¿sabrás excusarme? Hmm...

Querido amigo: seguro que tú, a los 21, también pensaste en el suicidio, cuando te diagnosticaron la enfermedad de la motoneurona (MND / ELA / ALS [...])! ¡Cuando no querías ver a Jane ni a tus amigos y te encerrabas en tu habitación y en Wagner, ése que quería una unificación de las artes como tú en las leyes del universo! ¿Sí, lo pensaste? Pero, conociéndote, Sé que te duraría poco: ¡qué genio! Antes querías terminar tu tesis. ¡Te adoro! ¡Eso es amor al saber!

Disculpa, profesor Hawkinng: he de embarcar; Tú al parecer ya no puedes: ¡lo siento! La continuación en el próximo artículo.
Bueno, amigo, los trenes funcionan Muy bien; y los hay rápidos; además de otros medios de transporte terrestre y marítimo. ¿Qué me has enseñado? Boundariless, boundariless, boundariless!!! Thanks a lot!!!

Stephen Hawking y el futuro.

Museo Bach de Leipzig: ¡pensando en los ciegos!

Ayer, después de la misa cantada, fuimos al museo Bach. No hubiera imaginado algo tan accesible para nosotros: por doquier había paneles rotulados en Braille, por ejemplo en los que permitían seleccionar la escucha de algún audio. Así podía yo misma seleccionar el número 2 y saber que iba a sonar una cantata de Friedemann; también en la sala de audiovisuales, donde descubrí que existe una película de 1985 -año Bach- llamada "Johann Sebastian Bach. Es alemana y tiene muy, muy buena pinta: ¿alguien me la puede conseguir, dónde se compra? Danke, deutsche Leute und Leute im Allgemeinen!

Me proporcionaron tammbién un librito en Braille donde se explicaba todo el árbol genealógico de la familia Bach. Aprovecho para relataros que el Bachus Antecessor fue Vito o Weit, molinero y panadero del siglo XVI, que mientras molía la harina tocaba el laúd. Por eso se inventó la famosísima canción que paso a copiaros: "Con el Vito, Vito, Vito, / con el Vito, Vito Bach.. / Mi querido musiquito, / la que accabas de "liá"".. La que lió fue una genealogía de músicos que se extendió hasta no sé qué año del siglo XIX y que dura todavía en tanto familia Bach; alguien queda por ahí: ¡informadme, que estoy poco cultivada! PLEASE EXPLAIN!

Había otro librito con los instrumentos musicales que aparecían expuestos en una de las salas. Contenía láminas en relieve muy bien hechas, incluso se veían las cuerdas del violín y de la tiorba o lo que fuese. El instrumento más antiguo era un contrabajo del siglo XVII, pero casi todos fueron construidos en 1720. Perdonad las immprecisiones: tuve que leer los folletos a velocidad de vértigo, pues mi familia quería ver cosas y no era plan de tenerla esperando. Me iba a dar un colapso de tanta excitación: eso de estar ante partituras originales...

¡Ah, olvvidaba lo más importante! Una lámina en la que se veían... De un lado un plano histórico de la ciudad y de otro... ¡La casa de Bach!!! ¡Qué emoción! Bachito, ¡qué sitio más bueno, no Te quejarías! En todo el centro. Lo malo era la Thomasschule justo al lado: ¿cómo podía concentrarse con tanto niño? Porque en horas no lectivas los críos vivían tammbién allí internos, como ahora los Thomaner: ¿verdad? ¡Informadme! PLEASE EXPLAIN!

Leipzizg: has recibido la máxima nota en accesibilidad. ¡Gracias por pensar en todos!

Lágrimas / Tränen / Tears / Larmes / Lacrime




¿Por qué vemos las lágrimas como algo tan negativo? ¿Por qué nuestra cultura se encarga de reprimir el llanto? "Los hombres no lloran. Sé fuerte. No armes el espectáculo aquí. No seas niña chica. No seas tonta. Pareces una cría mimada. ¡Cobarde, egoísta! ¡Tenías que haber vivido la guerra! Oh, qué idiota! ¿No llora con Bach, o cuando se despide de alguien? Decididamente está loca;.

Sí, estoy loca, o no: la locura es relativa. ¡Ayúdame, Prof. Hawking! Tú eres de los míos y también lloras aunque sean otros quienes hayan de borrar de tu cara la en absoluto ignominiosa imagen de tu tristeza / emoción / frustración / desesperación / alegría / dolor / incomprensión / conmoción / paz de espíritu / etc. etc.

Yo he pasado cinco años enteros, con sus 365 días y pico con sus 3600 segundos por 24 por 60 por 30, 31 y 28 sumado [¿olvido alguna multiplicación? ¡Soy horrenda en matemáticas!!!]; es decir, segundo a segundo sin poder llorar. Vale, tampoco reír, pero lo del llanto era más importante.

Si en aquellos entonces se hubiese muerto toda mi familia o hubieran desaparecido todos mis amigos, no habría vertido ni una lágrima. No podía. Me creía malísima, me sentía criminal. Me odiaba y quería morir por ello.

Cierto que tampoco sabía o podía reír, sentir placer, regocijarme... Curiosamente, mi sisstema límbico había dejado sitio sólo a las emociones negativas.

Salí de la depresión llorando: con una corriente de lágrimas que lo invadió todo y que curiosamente agradecí: "¡por fin, por fin, por fin!. Una muy buena amiga, aunque lejana -por el poco contacto- respondió a mi mensaje de disculpas por otro mensaje anterior en que había sucumbido al llanto: "¡No, no: no me pidas perdón por llorar. ¡Es estupendo que al fin puedas hacerlo!". Era Cayetana, mi hermanita del cole de ciegos. Caye, Caye...



Ahora abandono Leipzig hasta... ¿El próximo Bachfest? O antes, mejor antes. Quiero, debo, he de vivir en Alemania. Por favor, Herr Bach y todas las fuerzas buenas del universo: ¡ayudadme a conseguir mi propósito! Es mejor una patria elegida que una patria impuesta, y en ese sentido Alemania es mi país: lo es por amor; por empatía; porque no hay tanto ruido; porque respetan mi sonofobia; porque son como yo, o al menos hay más gente como yo; porque viven la música, o al menos hay más gente que la vive; porque en los conciertos no se lían a toser ostensiblemente, a abrir caramelos y a hablar; porque me puedo concentrar en la música, pues... ¡Amigo Hawking! Sin silencio no hay música: ¿has dicho alguna vez esa frase? Si no, te pega, ¡my dearest! Aquí hay más música porque reina más silencio, en una proporción directa. Allí no, no, no. Allí enfermo de ruido; me asusto y vivo en estado de alerta; con la adrenalina a veinte mil: aquí no, no, no. Allí tengo que gritar para que se me entienda y me tildan de ridícula si hablo bajo o si pronuncio bien los nombres extranjeros; aquí no, no, no. Allí no he encontrado y no encontraré nunca el ammor (a este paso...); me refiero al amor con juglar, digo, conyugal, no al amor en general sensu stricto del que sí disfruto allí por parte de algunos, mas no en plenitud, pues pocos en mis entornos comprenden la música como yo. Aquí sí, sí, sí. ¡Oh, ayudadme, fuerzas cósmicas! ICH LIebe DEUTSCHLAND! HABT IHR VERSTANDEN? DEUTSCHLAND IST IN MIr! HABT IHr VERSTANdeN? HILFEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEE!



Ahora dejadme llorar. No me reprendáis. No me llaméis loca. No me ridiculicéis. Abrazadme, sólo eso. No habléis. No me preguntéis qué me pasa. No me tildéis de infantil: necesito llorar como vosotros necesitáis comer, dormir o ir al baño. ¡Por favor! Si no me concedéis tal libertad, corro el riesgo de caer en un futuro en depresiones por haber escondido tantísimo mis emociones, mis sentimientos, ¡mi yo!



¡Gracias! Mas he de seguir llorando. Dejadme sola. Bueno: si estáis ahí sed quedos; únicamente tomad mi mano; abrazadme: ¡no digáis nada! ¡Nada! ¡Nada! Simplemmente estad. Y no me riñáis, no discutáis, no gritéis, no... ¡Comprendedme, aunque sea una loca! ¡Queredme, porque yo os quiero! Perdonad nuestras ofensas... ¡Ah, no! Ayudadme, ayudadme a ser yo; no me alienéis, no me hagáis colisionar con mi anti-yo! Dejadme libre, libre, libre, igual que yo os dejo libres a vosotros. Dejadme ser lo que quiera ser, y no lo que dicten los convencionalismos, el sentido común, que es relativo, porque, ammigo Hawking: ¿quién determina sus normas?
Dejadme, pero no me abandonéis: no me aisléis; no me castiguéis con vuestra indiferencia o vuestro desprecio. Necesito ser querida para poder querer a mi vez. ¡Queredme, del mismo modo que yo os quiero a vosotros!

Mas tengo una advertencia: ¡alejaos, viles criaturas! Los malos espíritus, el odio, la violencia, la envidia, la ambición, el desprecio, la ira, la mentira, el robo, la indecencia, la desvergüenza, la zafiedad, la arrogante ignorancia, el orgullo, la ceguera y la sordera de quienes no quieren ver ni oír, los celos, la desidia, la ignominia, el crimen... ¡Fueeeeeraaaaaaa! ¿Lo habéis entendido? ¡No os quiero! ¡Dejadme, dejadnos: marchaos para siempre! Os maldigo; os conmino a abandonar el universo, ¡para siempre! ¡Ojalá fuera posible! Pero no, no, no: ese señor en Florida; los "hulligans" en la Eurocopa; nuestros políticos en la campaña electoral; la extrema derecha por Alemania y más sitios; la crueldad sin nombre en Siria; las parejas que se asesinan; las madres que matan a sus hijos... ¡Alto! ¿He dicho "madres"? ¡Eso no son madres; no son mujeres; no son animales; no son...! Sí, por desgracia son seres vivos. Ojalá hubieran pertenecido todos a los minerales, ahí quietecitos; ¡sí, sí! ¿Cómo se puede? Son enfermos, enfermos mentales: necesitan cura, tratamiento; como yo en estos cinco años, que... ¿Puedo decirlo ahora, lo digo, oso decirlo, me dejáis? Hm... ¡Me da miedo! Por favor: ¡no me odiéis; no me despreciéis; no me abandonéis! Como yo en estos cinco años en que hubiera dado término de buena gana a mi vida. ¡Ea: por fin! Sí: me hubiera... Me hubiera... Sí: me hubiera... Sui... Sí: me... ¡Brrrrr! Dejadme hablar! ¡No digáis nada; no me miréis mal; no me tratéis de loca; no llaméis a urgencias; no me ingreséis en un hospital psiquiátrico donde me atan, me empastillan y no puedo ver a nadie; no, no, no, no! Me hubiera... S... Me hubiera suicidado. ¡Ea: por fin! No lo hice por instinto de supervivencia, que al parecer es fortísimo; o no tanto, pues hay muchos suicidas a lo largo de la historia. ¿Por qué ocurre esto, amigo Hawking? O amigo... A ver, un neurocientífico.

Me llaman para levantarme: he de irme, no puedo continuar escribiendo. Mi familia me conmina a abandonar,, tomamos pronto el tren para el aeropuerto. Dedicaré un artículo entero a este raro y antigenético evento de la especie humana.

¡Adiós, Leipzig! ¡Adiós, Alemania! ¡Adiós, Bach! ¡Adiós, alegría desbordante en la música! ¡Hola, calor sofocante! ¡Hola, ruido! ¡Hola, rutina! ¡Hola, odioso verano andaluz! Aunque... ¡Hola, queridos amigos españoles! ¡Hola, pequeña piscinita que me ayudará a refrescarme!

Me riñen, me riñen. He de abandonar.

Biblioteca para ciegos de Leipzig / Deutsche Zentralbücherei für Blinde zu Leipzig

"Creo que la salud de nuestra civilización, nuestro reconocimiento real de la base que sostiene nuestra cultura y nuestra preocupación por El futuro, se pueden poner a prueba por el apoyo que prestemos a nuestras bibliotecas."
Carl Sagan, "Cosmos". 1979
DZB für Blinde.
Anja tiene el trabajo que quisiera para mí: correctora de libros en Braille en la DZB de Leipzig. Ha de leer en nuestro querido sistema de lectoescritura todos los borradores junto con una colega, cada una una página en voz alta; ambas todo. Imagino que hay tantos errores debido a la estenografía o escritura abreviada. En España ya no la usamos desde hace mucho tiempo; sí en Sudamérica. En Alemania apenas hay libros en braille completo, no sé cómo se llamaría: ¿integral? Cada país tiene su propia estenografía porque las abreviaturas que pueden hacerse con las más habituales combinaciones de letras son idiomáticas.

lo de la escritura abreviada, al parecer, no sólo se hace por ahorrar espacio, sino porque así se lee más rápido. Eso es discutible. Por contra, se pierde internacionalidad: cada cieguecito del mundo que quiera leer en braille en inglés, alemán o francés ha de aprender tres códigos diferentes: ¡un esfuerzo extra demasiado ambicioso! Sobre todo si se aprende de mayor, y no como pequeño colegial. ¡Oh, cuánto se desaprovechan las potencialidades de los niños! Porque lo que se aprende de chico no se olvida jamás, y sin embargo dejamos que nuestros retoños pierdan el tiempo con la tableta; no la de chocolate, la otra más perniciosa; la videoconsola; el fútbol; la idiotización ante una pantalla en lugar de enseñarles, descubrirles el universo que habitan y procurar que lo amen. El sistema educativo vigente va cada vez a peor y nuestros gobernantes buscan sin duda que seamos cada día más imbéciles con el fin de manipularnos a su antojo en todos los aspectos. El Gran Hermano ya nos vigila con Facebook, el What's App, la obligación de andar perpetuamente en línea y en estado de alerta, sin prácticamente tiempo para otras cosas, ¡malditos hombres grises! Pero el día en que todos seamos rematadamente idiotas, ¡entonces han ganado, han vencido! Goldstein no existe, era mentira: el Gran Hermano ha triunfado, y nosotros lo amaremos; lo amaremos como el protagonista de "1984": "He loved the Big Brother". Así finaliza tras el impresionante lavado de cerebro al que lo someten, que culmina con las ratas; su fobia. El mío lo harían con ruido; mas no quiero dar idea a la caterva de manipuladores.
Ellos ya saben qué nos gusta y qué no; ya nos encargamos diariamente de "likear" y "deslikear" encima con matices: "Me encanta, me apasiona, me interesa, me motiva, me divierte". Decimos en todo momento qué hacemos, dónde estamos y con quién, si vamos o no al baño, si nos sienta mal la comida, si escuchamos tal o cual música, si compramos un determinado producto... Pero lo grave del caso es que... ¡Nosotros mismos hemos entrado por el aro" Sin dictadura, teóricamente; con una influencia subliminal: "¿no tienes Facebook? ¡Estás anticuado! ¿No tienes What's App? ¡Qué retrógrado!". Luego alguien es nuestro amigo o no según lo aceptemos o rechacemos en ambas redes, y si nos bloquean de ellas nos sentimos como el tamagotshi muerto.: ¡cuánta frivolidad! He visto muchas veces a personas reunidas en un bar, por ejemplo, tomando algo; grupos de amigos, a veces hasta dos, sólo dos; cada uno con su móvil, con cara de ido y riendo de vez en cuando, y el otro haciendo lo mismo, y entre ellos no hablan: ¡oh, oh! Sé de parejas que después de practicar el sexo se ponen con la maquinita; ¡inmediatamente después! ¡Qué maltrato, qué degradación de la persona! Si tuviese una pareja así la mandaría a la mierda.

¿En qué nos hemos convertido, en Homo... Hm... Profesor Hawking, ayúdame. ¿Homo Mechanicus? ¡Vaya, hombre! Y si todavía empleásemos la mecanicidad para hacer el bien, para perpetrar buenas obras... ¡No! Destruimos, devastamos, denigramos, alienamos, aniquilamos, deshumanizamos, deshacemos, reventamos, destrozamos, aporreamos, violentamos. ¡Noooooooo! Dr. Hawking: ¿qué hacemos? ¡Ayúdanos! ¡Por favor!


Mas estaba hablando de la DZB für Blinde zu Leipzig. Tengo mucho miedo de que, con tantos audios y tantas síntesis, con tanta de un lado bendita y alabada y de otro algo denostada (sorry sorry) tecnología, desaparezca nuestro sistema de lectoescritura. De muchas ciudades de España, entre elas Granada, se ha eliminado el servicio de biblioteca en la ONCE. Los libros los han tirado, quemado, reciclado, y ahora... Si queremos disfrutar del tacto del papel y de su olor hemos de pedir tan valiosas obras a Madrid o Barcelona, esperar a que nos las envíen e ir a Correos con un carro de la compra para transportar 10 kilos de sabiduría; en muchos casos nosotros solos, con la sabiduría en la izquierda y el bastón en la derecha. ¡No, no, no! ¡Por favor! ¡Louis, Monsieur Braille, aide-nous! Monsieur Braille, je suis perdue!!!

Igual la estenografía se usaba cuando la escritura a pauta, cuando esas personas a las que admiro y que ni han pasado a la historia transcurrían meses, días, horas con una regleta y un punzón, pinchando puntito a puntito en unos pergaminos enormemente gordos, que para atravesar aquello... Esos libros antiguos, como los cuentos de Grimm o Wilde: ¡qué recuerdos! La ropa se enganchaba en aquellos salientes asperísimos y quasi puntiagudos. Olían bien aquellos libros, a algo natural. Siempre me fijaba en la última línea: "Copista: X X. Madrid, a D de M de 19...". Incluso a mi corta edad -ocho, nueve años- no dejaba de sorprenderme y maravillarme ante aquellos esclavos de los ciegos ambiciosos de lectura: ¡Gracias! Casi todos habéis muerto, pero aquí mi homenaje. Os abrazaría a todos, pues vuestro sudor nos trajo cultura. ¡Os adoro! ¡Os adoro! ¡Os adoro!

¡Anja, dame un hueco en tu biblioteca! ¡Anja, Anja, Anja! De voluntaria, de chica de los cafés, de... Mas permíteme transcurrir horas y horas entre libros, leyendo, disfrutando, oliendo. Bücher, ich liebe euch sehr, sehr, sehr, sehr, sehr. Como decía Helen Keller, los libros nunca te dirán que los dejes, que están cansados, que no les preguntes más, que eres idiota. Ellos estarán ahí para que tú los leas cuanto quieras, y entonces...

¡Gracias, comunidad sordociega! De no ser por vosotros, ya no habría ni braille real, ni anotadores braille, ni líneas braille, ni. ¡Os adoro! Ahora mismo tengo mi mano justo encima del mentón, con los dedos apoyados en él, y procedo a retirarlos; es el signo de "gracias".

Ahora sí: Festival Bach de Leipzig 2016. Último: Pasión según san Mateo / Matthäuspassion


El concierto fue a las ocho. Por la tarde tuvimos un percance, y resulta kafkiano en grado sumo. Cuando, sobre las cinco, tratamos de abrir la puerta de nuestra habitación, la tarjeta no iba. Pensé que nos hubiésemos confundido de planta, pero no. Imaginé que el chip se hubiera desconfigurado, pero no. A esto que, por fin, se abre. Estuve a punto de exclamar "albriiiiiciaaas" cuando...
-No, es un error: ésta no es su habitación -hablaba una señora que acababa de salir.
-¿Quééé? ¡La 539 y la 540!
-Sí, son éstas, pero...

Perdonad el símil,, mas... Me recordó a los pobres supervivientes de la ignominiosa barbarie perpetrada en los campos de concentración nazis que, después de todo lo pasado, tras llegar a sus casas esqueléticos, arrastrándose y arriesgando lo poquísimo que les restaba de energía, eran recibidos... Bueno, mejor decir rechazados desde sus propios hogares por personas que los habitaban "de pleno derecho", según ellas, es decir, que dejaron que les vendieran o entregaran las viviendas sin saber tal vez, o igual sabiendo y cerrando los ojos.
-No: aquí no vive ya nadie, lo siento: esta casa ahora es mía y de mi familia.
Pero... ¡No tengo dónde ir! Vengo de Auschwitz: he estado a punto de morir, no tengo fuerzas.
-¡Váyase, déjeme en paz!
-Señora, por favor... ¡Tengo hambre! ¡Estoy a punto de marearme! No voy a resistir. Y ahora, ¿dónde voy? ¡Ayúdeme!
-¡Ése no es mi problema! Yo lo siento, mas no puedo hacer nada. También nosotros tenemos lo nuestro. Ahora váyase.
-¡Señora...!
Portazo en las narices. Y ahora, ¿qué?

Eso fue lo que nos preguntamos nosotros precisamente, que ahora qué. Yo no estaba nerviosa: Bach me apoyaba; no podía pasarnos nada malo porque me había dicho por la mañana que no tuviera miedo, que estaba a mi lado.

Se trataba de un error de los del hotel, que nos habían cobrado sólo hasta hoy, aunque en la reserva ponía que salíamos mañana.
-¿y ahora qué hacemos? ¡Con el festival estará todo lleno! ¿Dormimos en la Thomaskirche? Además, a las ocho tenemos concierto y aún nos queda ducharnos.. ¿Y nuestras cosas, dónde están?
-En la habitación para el equipaje. Veamos qué se puede hacer. Les pido mil disculpas. Siéntense, por favor: trataré de buscarles algo en otro hotel.

Y así fue, aunque, francamente... Si yo hubiera sido la directora del hotel no me hubiese limitado a invitar a mis sufridos clientes a un "cocktail", sino que les habría pagado la noche en el nuevo alojamiento. En fin.
-¡Mil disculpas de nuevo!
-No pasa nada: todos podemos tener errores.

Es que la buena señora había asegurado que el fallo era nuestro, que habíamos hecho mal la reserva. Afortunadamente, mi padre y yo conservábamos el correo, y yo además uno del mismo día de nuestra partida. "Estimado señor Sánchez [sic]: confirmamos su reserva con entrada para el día 9 de junio y salida para el día 17 de junio. Saludos cordiales".



A pesar del estrés logramos comer algo antes del concierto y a las ocho ya estábamos en la Thomaskirche. Además de Gardiner y los English Baroque Soloists intervvinieron los Pre-Thomaner (Thomaner Nachwuchschor),, de quienes hablara en un artículo anterior: niños de seis y siete años, que entonaron el cantus firmmus del coro inicial "Kommt ihr Töchter", a saber, "O Lamm Gottes unscchuldig", y el de "O Mensch, bewein dein Sünde groß" Sí. Esos críos representan la inocencia; la bondad; lo celestial; la purza; la ingenuidad; el deseo de hermandad y bonhomía. ¡Gracias, mis niños: gracias! ¡Los quiero para mí! ¡Qué dulces!



El coro inicial me cautiva, siempre lo ha hecho. En realidad me cautiva la obra completa: creo que es la música que mejor retrata el sufrimiento humano y el odio ante las injusticias; ante la violencia; ante la traición y el escarnio.

Estaba de espaldas a los músicos, así que hube de permanecer todo el concierto girada; sentada de lado, para gozar de mejor audición.

Al haber aquí tanto silencio y vivirse así la música, me puedo concentrar como jamás lo he hecho en otro sitio y meterme en la historia; en la historia de cualquier hombre: no ya Jesús y lo que de él hayan podido idear otros a su conveniencia. Da igual de quién se trate; si real o inventado; si verídico o fabulado: es la especie humana particularizada en un personaje. Somos tú y yo, él, ellos, vosotros y nosotros cuando sufrimos; cuando no nos entienden; cuando nos torturan, real o figuradamente.

Aquí me meto en el relato de tal modo que rezo con las indignadas almas en los corales luteranos -incluso llegué a juntar mis palmas en todos y a mirar al cielo implorando a... ¿A Bach?- El evangelista supo expresar magníficamente la rabia ante la tremenda injusticia y a mí me hacía apretar los dientes y las manos, moverme en mi banco e indignarme por dentro.

Odio la violencia en todos sus aspectos, aun en el imaginado; por eso lloro siempre ante la descripción bachiana del horror de Jesús: ¡cuántas lágrimas hubo de verter musicándolo! Si yo, atea, me dejo llevar por el llanto cada vez que oigo esta obra, él, que creía a pies juntillas las Escrituras, ¿qué haría? Lo imagino, gracias a esta pieza, más cerca de su adorado dios: ¡merece que hubiera existido, madre mía! ¡Pobre Bach! Nadie lo ama ahora en el Paraíso, y sus restos no sienten nada en la Thomaskirche; pero bueno, seamos poéticos: su esencia sigue ahí, y quien quiera creer en él puede hacerlo, porque su música continúa alegrando los corazones de todo aquél que sea capaz de apreciarla y de conmoverse ante ella;, como yo esta tarde, que lloré en muchos momentos; a saber: "Geduld, wenn dich falsche Zungen stechen", "Erbarme dich, mein Gott",,, "Aus Liebe wird mein Heiland sterben"... ¡Por amor, amor, amor! Alguien que se sacrifica por amor, muere por amor... ¡Oh! OMNIA VINCIT AMOr: ¿quién dijo eso? ¿Horacio? ¡Sí, quiero ser amada! Y amar también: quiero amar. Durante la depresión no podía ni lo uno ni lo otro, y de ahí mis ansias de... ¿Alienación, destrucción, colapso? ¡Hawking, ayúdame! Hoy me he acordado de ti porque la emoción me tenía literalmmente paralizada, y cuando, entre aria y recitativo, hube de desentumecer algún músculo, pensé de golpe que tú no puedes hacerlo solo; y cuando lloré tras la descripción de la muerte de Jesús imaginé que también han de ser otros quienes te enjuguen el llanto; y cuando junté las manos para "rezar" en el coral de después, Leitmotiv de la obra y curiosamente basado en una canción profana de amor, se me ocurrió que tampoco puedes juntar las manos; y lloré, lloré más aún, imbuida por la hermosísima armonización de esa melodía en aquel pasaje, llena de cromatismos y cargada de sentimiento; de dolor profundo ante tan injusta y gratuitamente cruenta muerte.

¿Qué bien lo hicieron las turbas: con qué energía; con cuánta rabia! Y Judas: ¡qué voz de traidor! El único que no me gustó, el tenor de las arias; mas creo que estaba resfriado: ¡esa voz tan cómica no era normal! ¡Pobre hombre!

Mis niños, mis niños: mis pre.Thomaner: ¡bravo, meine Kleinen! Ich liebe euch! Ich umarme euch! Und dann schenke ich euch eine Pizza für eure hervorragende Arbeit! ¡Así se motiva a los niños con la música!

Me estoy repitiendo y este teclado no quiere escribir las comas. Parece desear que termine el artículo; pero sin comas ni puntos y comas no va a ser igual.



La orquesta magnífica: ¿qué se puede decir? -vaya el violinista! Y las maderas; ¡! Y la viola da gamba. En cuanto al coro, el Monteverdi Choir: ¡ya está todo dicho! ¡Todo! Thank you, Mr. Gardiner!

Y ese coro final "wir setzen uns mit Tränen nieder": ante la tumba de Jesús no, pero yo también estaba sentada, vertiendo lágrimas y... Bueno, no le pedía a Jesús que descansara porque ya lleva muchos años en esos menesteres, pero... Ahí ya no cantaron mis pequeñitos; normal: no iban a estar esperando hasta las once y pico, con colegio mañana, y con sus seis y siete añitos de infantes. Meine Kleinen: Habe ich euch gesagt, dass ich euch sehr, sehr, sehr mag? OOOOOOOOh! Ich glaube schon. Danke!



-Meine Liebe! ¿Sabes qué hora es?
-No: no he tenido tiempo de mirarlo.
-¿Lo imaginas?
-Sí, Herr Bach, mas no puedo hacer otra cosa.
-¡Sí, mentirosa! Puedes y debes. ID EST: irte a tu tiempo y dormir. Mañana tomas un vuelo temprano: vas a estar agotada.
-¡No, no: no quiero irme! ¡No, no, no!
-¡Basta! No me seas cría! Me recuerdas a mi niña pequeña. Bueno, a todos mis niños cuando han sido pequeños, y a los que ahora lo son. ¿Eres consciente de tus 36 años? ¿Cómo es esa edad en el futuro, como aquí los seis?
-Se llama neotenia.
-¿Qué? ¿Qué? Neo.... ¿A qué te refieres.
-Déjalo. Y pensar que tú a los 15 ya te ganabas la vida...
-¡Pues claro! ¿Y a qué iba a esperar?
-Herr Bach: me has hecho llorar con tu pasión.
-¿Otra vez? Yo no he sido: fue la historia de Jesús y su sufrimiento.
-Sí, mas si la hubiera musicado Telemann por ejemplo, no me habría cautivado tanto.
-¡Pffff! No se trata de hacer comparaciones. Somos siervos de Dios y basta.

-Herr Bach: ¿cuándo volveremos a vernos?
-No por ahora. Espera un tiempo, pero un tiempo del derecho, me refiero. Espera un tiempo normal; progresivo; lineal; hacia adelante; en tu época. Venga, démosle un plazo: medio año. Mira, para Advviento: ¿de acuerdo?
-Pero... ¡Es muchísimo! Cuando me vayan mal las cosas, cuando tenga problemmas y necesite alguien a quien dirigirme... ¡Yo no cuento con ningún dios!
-¿Otra vez? Mein Gott, mein Gott: rette sie, ich bete! Rette sie! Ich möchte sie nicht verlieren!
-¿No me aceptas por no ser creyente?
-¿Qué dices, meine Liebe? Te quiero muchísimo, y por eso tengo tanto miedo por ti. Si piensas así, o al menos eso creo, te condenarás, ¡y me resultaría tan tremendamente triste...!
-Herr Bach, déjalo: a partir de ahora me preocuparé por mi alma o como quiera llamarse lo que sea a lo que denominamos alma yo solita. Tú preocúpate de ti y los tuyos. Porque, Herr Bach; dime: si uno hace el bien, respeta a los demás, es buena persona, ayuda al prójimo, ¿se salva?
-¡Pues cclaro! ¡Vaya una pregunta tonta!
-¿Aunque sea ateo?
-Hmm... Bueno, sí, imagino, claro..., eso es accesorio, pienso... No creo que Dios se ofenda si tú procuras hacerlo todo bien; lo de creer o no... Él al final se encarga de juzgar las almas, y si la tuya es buena y justa, te salvarás, meine Philosophin!
-¿Ves? ¡Pues deja de liarme con cuestiones teológicas y vayamos a cosas más interesantes! Mira, he de terminar mis crónicas.
-Hazlo en España, mi incansable cronista.
-¡No! Allí no es lo mismo. ¡Tiene que ser aquí!
-Dime de nuevo: ¿qué edad tienes?
-36.
-Me alegra saberlo. No eres como mi cría la más pequeña, ¿verdad? Sabes contener tus impulsos, ¿cierto? Sabes razonar, ¿correcto? Ea: demuestra tu sensatez yendo a la cama; has de cuidarte: nadie lo hará si tú no lo haces. Y si en estos seis meses tienes problemas, toma en tus manos la insignia o el llavero o la estatuilla que has comprado, y pídeme lo que quieras: tal vez lo oiga a través de la distancia y el tiemmpo.
-¿De verdad?
-Si no es así, imagínalo: ¿qué importa? Si lo piensas muy fuerte, lo creerás y serás más feliz. Eso te ayudará a que todo vaya bien, porque tu estado de ánimo será positivo. ¿Me has entendido?
-Sí, pero...
-¡Ay! No puedo contigo, pequeña astuta! ¿Estás llorando para ablandarme el corazón y que te improvise un coral? ¡Si no era necesario, tonta! Lo voy a hacer en cualquier caso. Ven, acércate: ahora te pido humildemente permiso para abrazarte. ¿Por qué no exclamas "concedido", por el nudo que se te ha formmado en la garganta? Lo entiendo. ¿Cómo he podido ser tan idiota y temer por un alma tan noble? Respira hondo, varias veces; lentamente: ¡bien! Ahora, por última vez en unos meses, ¡acompáñame a la Thomaskirche! Supongo que quieres el coral "O Lamm Gottes, unschuldig". ¡Claro! No tienes que hablar. No lo hagas, es mejor: no lo hagas ahora: no gastes energía. Siéntate. Llamaré a uno de mis alumnos para que me ayude con el fuelle. Es tarde, pero mañana lo obsequiaré con una suculenta comida. Espera un momento, meine Liebe.

-¡Ya estamos de vuelta! Pero... ¿Sigues llorando? ¡Ay! ¿Qué hago contigo? Traidora, es que quieres otro abrazo: ¡cómo te conozco! No abuses, no abuses. Siéntate correctamente: te vas a dañar la espalda así. Échate hacia atrás. Relaja las manos. Así..., más o menos. ¡Podría estar mejor! Venga.

-¿No dices nada? ¿Te ha gustado? ¿Qué te pasa, has perdido la facultad del habla? ¡Ay, respondes con la cabeza! Me tienes preocupado. ¡Di algo! Sí, lo sé, vas a llorar, pero ahora sí te lo permito. Diez minutos, ¡sólo diez minutos! No voy a distraerte; no voy a perturbarte. Voy a tocar una fuga; una fuga sobre mi nombre: ¿sabes que son cuatro notas musicales? Sí, si vienes del futuro: ¡qué idiota! A lo mejor hasta la he escrito..., hm... la escribiré. ¡Si hasta sabes cuándo y c´ómo voy a morir! ¡Pero no me lo digas, por favor! ¡No! ¡Te anularía, te impediría volver! Mi niña: Si Bemol, La, Do y Si natural; ése es mi nombre. Pero... No voy a hablarte: me voy con mi fuga. No voy a mirarte: ¡llora!

-Ahora, ¡fin! ¡Pobre criatura transtemporal! Se ve que sufres, y mucho: creo que por sentirte desubicada e incomprendida. ¡Vente a Alemania en cuanto puedas! Mas no creas que aquí todo es maravilloso: yo mismo he sufrido la humillación de ver cómo... ¡Me da tanta pena y vergüenza contarlo! Uno de mis colegas ha sido amenazado con recibir azotes públicamente: ¡esos estúpidos...! El pobre se ha ido, se ha ido..., ¡y ya no lo veré más! ¡Qué ignominia! Pero no, tú tienes tus problemas.
-Danke, Herr Bach!
-Nichts zu danken, meine Kleine! ¡Y yo me paso la vida mandándote a dormir! ¡A una criatura del futuro! Allí a lo mejor no hay ni camas.
-¡Estás loco!
-Mi niña: acuérdate de invocarme desde tu tiempo. Igual estoy en una estrella.
-¡Hala! Hay un libro... ¿Cómo lo sabes si todavía no se ha escrito? Es... "El principito".
-No sé de qué hablas,, pero... Cuando quieras invocarme mira al cielo: tal vez me localices en una estre... ¡Ay, ay, ay, ay: olvidaba! ¡No....! Perdona, me odio: ¡no...!
-¡Claro, no puedo ver las estrellas!
-¡Ay, cielo! Lo siento tanto...
-No, no lo sientas: es así y punto; no se puede cambiar: ¿para qué amargarse?
-¡Por supuesto que tienes razón! Pero... ¡Vete, por favor! ¡Has de dormir! Otro abrazo, ¡y buen viaje! En el espacio y en el tiempo.
-¡Gra...!
-¡Mira, te voy a tener que prohibir que vengas! Fuera esas lágrimas. Has de estar feliz porque me has visto. ¡Buenas noches!
-Herr Bach... Herr Bach: aufwiedersehen!!!