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lunes, 12 de septiembre de 2016

¿Educación o adoctrinamiento? Reflexiones escolares.

Esta mañana pasé casualmente por un colegio justo a la hora de entrada
de los críos: ¡su primer día! Un señor me ayudó a esquivar a las
multitudes de niños y progenitores que se agolpaban ante la puerta
esperando la apertura. Fue tarea ardua.
Me encanta que los infantes acudan a centros educativos; que se
formen; que descubran el mundo; que lean; que se les abra la mente...
Pero las sucesivas reformas que tuvieron lugar desde la fatídica LOGSE
han dejado a nuestro sistema tan cojo, tan pobre y a nuestros alumnos
tan a la cola... ¡Casi la vergüenza de Europa! ¡Que le pregunten al
Informe PISA!
Este panorama tan desolador me lleva a preguntarme por qué no existen
alternativas libres de ideología en la educación privada. Por supuesto
que prefiero una enseñanza pública de calidad, pero no voy a ser
ilusa: ¡se ve que en este país ese derecho lo hemos perdido para
siempre! Los padres que quieran ofrecer algo más a sus hijos habrán de
acudir o bien a centros religiosos o a colegios extranjeros como el
británico, la Deutsche Schule o la Alliance Française. Muchos, por
otra parte, no pueden permitirse estos lujos por el excesivo gasto.
En cuanto a la educación de niños con discapacidades, he de manifestar
mi más absoluta indignación por las soluciones aparecidas desde la
LOGSE que pueden estar muy bien en la teoría, pero son imposibles de
ser llevadas a la práctica: ¿cómo atiende un solo maestro de apoyo a
varios alumnos con problemas bien diversos, desde un Asperger hasta un
autista, un ciego, un sordo, un paralítico cerebral? ¿Cómo integrar a
estos críos en un aula con 25 alumnos? ¿Por qué ese desprecio de los
colegios específicos? Yo tuve el inmenso honor, el gran privilegio de
educarme en uno, el ya extinto Luis Braille de Sevilla (sólo ha
quedado como centro de recursos educativos de la ONCE). Si no me
hubiese ocurrido tal cosa en mi desarrollo académico, quizás ahora no
sería capaz de estar redactando estas líneas.

Por favor: ¡apostemos por una enseñanza de calidad! ¡Nuestros niños
son el futuro! ¿O es que no os interesa, señores políticos y señores
directivos de multinacionales? ¿Queréis fabricar a ignorantes sin
espíritu crítico para manipularlos mejor? ¿No comprendéis que esas
armas se volverán contra vosotros generando el declive al completo del
país? ¡Pedimos buenos estudiantes; jóvenes preparados; excelentes
profesionales! ¡Queremos estar a la altura de Europa! ¡Queremos el
fomento a la excelencia, el cuidado y la potenciación de
investigadores! ¡Queremos preparación! Es un ruego.

2 comentarios:

  1. La educación, uno de los pilares del Estado del Bienestar, debería estar absolutamente al margen de debates ideológicos. Pero hasta en eso no se ponen de acuerdo, para indignación y hartazgo de muchos, entre los que me incluyo. Yo también creo en la enseñanza pública y estoy a favor de la educación integrada, pero eso sí, hay muchos aspectos a mejorar que, desde luego, no lo harán como esto continúe así.

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  2. Las escuelas Montesori son muy buen modelo: educan desde la libertad y el amor. Existen muchísimas por todo el mundo.

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