jueves, 3 de octubre de 2019
Seminario de mi gran amigo Richard en el Instituto de Astrofísica de Andalucía.
Richard y yo hemos pasado casi tres semanas juntos este mes. En agosto estuve 28 días en Inglaterra, hicimos dos cursos de música antigua: el NORVIS, en Durham, y el HISS, cerca de Beverley. En el primero me dediqué al canto y el segundo lo centré en la flauta de pico. Fue un reto para mí memorizar todas las obras sin partitura, ¡pero exitoso! Desde que empecé con esto de los talleres en mayo de 2016 he retenido gran cantidad de música en el cerebro: muchas veces no se sabe lo que se va a cantar o se reparten obras sobre la marcha, de manera que resulta imposible conseguir las partituras con antelación. En otras ocasiones sí me las dan, pero en la ONCE nunca tienen tiempo de pasármelas. Ahora no me dan prioridad por no ser estudiante oficial y además han reducido plantilla, ya sólo transcriben música en Madrid y Barcelona, creo. Se jubiló Paloma, la copista de Sevilla, y la actual únicamente pasa textos. ¡Así están las cosas! De todas formas, aun en el felicísimo e improbable caso de que contara con la transcripción en Braille, he de memorizar rápidamente la letra para ir leyendo la melodía a primera vista, o a primer tacto; la yema no puede con dos líneas simultáneamente. Todas estas vicisitudes me hacen recurrir al método tradicional: la memoria. Es mucho más fiable de lo que podáis imaginar, y a base de constante ejercicio se va entrenando. Aprecio progresos y he ganado en confianza.
El 14 de septiembre fui a Inglaterra para participar en otro curso con la mezzosoprano Clare Wilkinson, hija del músico y compositor Stephen Wilkinson. Stephen cumplió en abril 100 años. Curiosamente, Richard lo tuvo como director en el primer curso que recibió, hace tres décadas. ¡Cuántas oportunidades hay en ese país para aficionados a la música!
El taller estuvo centrado en canciones con laúd, tanto antiguas como contemporáneas, incluso del propio Stephen. Yo prefería las primeras, obvio. Había prácticamente un laudista para cada cantante y pude interpretar varias piezas de Dowland. ¡Ah! El año pasado dirigió un curso similar Emma Kirkby. Por desgracia estuvo bastante enferma y pudo hacer poco, necesitó refuerzo de otro profesor, pero ya constituyó un enorme privilegio tenerla como profesora.
Stephen, el centenario, estuvo con nosotros todo el tiempo. Tanto él como su esposa quedaron muy impresionados por mi memoria. Clare es muy simpática; y Jacob, el profesor de laúd, y Michael, el otro tutor de canto. ¡Ah! Jacob también dirigió en HISS. Una chica, Charlotte, fue como nosotros a NORVIS, HISS y a este curso de Benslow. Benslow es una escuela de música que se encuentra en Hitchin y ofrece talleres durante todo el año: ¡qué maravilla!
El domingo anterior y el posterior al curso me reclutaron para tocar la Sonata en Fa Mayor de Telemann en sendas misas. En enero, el coro de Richard va a interpretar el Oratorio de Navidad de Bach: ¡me apunto! He soñado tantas veces con cantarlo...
El día 22 nos vinimos juntos a Granada. Richard estuvo aquí hasta el viernes, que se fue a Málaga para... ¡otro curso! Éste de música contemporánea. Volvió el lunes. El martes viajamos a Madrid: ¡pobrecito, ni un día de descanso! Es que teníamos que ir a la gala de los Premios 20 Blogs. Nos sirvió para probar el AVE desde Granada. Por cierto: ¿para cuándo el tren a Sevilla? ¡Encima quieren quitar la media distancia! Osuna, junto a otros muchos pueblos, quedaría sin servicio ferroviario. ¿Por qué? Yo no tengo otra forma de viajar, ¡no puedo conducir! Existe sólo un autobús al día que para en todos los pueblos y tarda una barbaridad. Por favor, ¡hagan algo! ¡No podemos permitir que un pueblo tan importante, con universidad y hospital comarcal, se vea privado del tren!
Los 20 Blogs no me aportaron nada. No sé cómo hacen ir a Madrid a los 57 finalistas: ¿por qué no invitan sólo a los premiados? Supone un esfuerzo desmedido y un gasto inútil. Se lo he dicho a la organización, a ver si me hace caso en próximas convocatorias. ¡Es que no compensa presentarse! Varios han viajado desde lejos más de un año consecutivo, con todo lo que implica.
Richard se va mañana: ¡qué pena! Lo voy a echar mucho de menos. Es una persona maravillosa, siempre dispuesta a ayudar. Además compartimos gustos, aficiones... Adora la música, la lectura, los paseos en el campo, el silencio... Encima es inteligentísimo y, al igual que yo, cultiva el humor. Trabajó como ingeniero en la empresa Cranfield Precision hasta 2016, cuando se prejubiló para poder disfrutar a tiempo completo de la música. Ese año lo conocí: en marzo escribí al Coro de la Sociedad Musical de Sevilla porque estaba muy deprimida y quería emprender nuevos caminos. "En mayo tendremos un taller con Mallavibarrena y aprovecharemos para hacer audiciones: si quieres probar...". ¡Claro que sí! Conocía a este director por referencias y adoraba lo que iban a cantar, de modo que... Pero eso ya lo relato en el blog.
Esta mañana, Richard ha impartido un seminario en el Instituto de Astrofísica (IAA-CSIC). ¡Sí, lo hemos reclutado! Como tengo varios amigos allí... La idea fue de Enrique Pérez-Montero y Richard accedió. Ha habido pocos asistentes, pero confío en que disfruten de su charla en Internet.
¡Muchas gracias, querido Richard! Espero que sigamos compartiendo tan bellas experiencias.
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