martes, 22 de enero de 2019
Divulgando ciencia.
Terminé 2018 dando una charla en un evento científico y he comenzado 2019 de la misma forma: ¿quién me lo iba a decir? Todo empezó con las jornadas de ciencia inclusiva celebradas en el IAA y de las que hablé en estas páginas. Allí me conoció Óscar Huertas, gran divulgador y organizador, entre otros, de Desgranando Ciencia. Le hablé de mi cambio de vida gracias a Hawking, de lo que estaba leyendo..., y debió marcarle porque, un día de verano de 2017, recibí una llamada que jamás habría esperado:
-¿Te apetecería intervenir en diciembre en el evento divulgativo Desgranando Ciencia? Tendrías que dar una charla de diez minutos. Es que lo vamos a hacer inclusivo: habrá intérpretes de signos, participación de discapacitados intelectuales... Enrique Pérez-Montero también será ponente. Vienen divulgadores de toda España.
-Óscar..., yo creo que hay algo que no has entendido: ¡no sé nada de ciencia! ¡No tengo formación; estudié Letras puras!
-Con todo lo que llevas leído últimamente tienes más conocimientos que muchos..., y lo importante es que sabes transmitirlos.
-Pero..., ¿de qué voy a hablar?
-¡De ciencia!
Decidí explicar precisamente cómo Stephen Hawking me abrió los ojos al respecto, y éste fue el resultado.
En abril de 2018 me invitaron a la carpa de la ciencia de la Feria del Libro de Granada. Hawking había muerto un mes antes y Emilio García quiso que repitiera mi charla a modo de homenaje, después de Carlos Barcelò que informaría sobre las contribuciones de mi amigo Stephen a la Física. Ahí no hablé diez minutos, sino media hora larga, y al final hubo turno de preguntas. Fue muy emotivo.
El 14 de diciembre intervine nuevamente en Desgranando Ciencia. Tuve muchísimas dudas sobre el tema y al final convertí mis indecisiones en el argumento, tanto que se llamó "¿y ahora de qué hablo?".
En cuanto terminé, alguien fue corriendo hacia Óscar para preguntarle quién era yo: "¡es que me ha encantado, es genial! ¡Me la llevo a Naukas Córdoba!". Era Elena Lázaro, que estaba organizando el primer Naukas en Andalucía, "las que cuentan la ciencia"; todas serían féminas. Yo, entusiasmada, respondí que aceptaba feliz pero que no era preciso discriminar a los hombres: ¡ja, ja! Tuvo lugar el pasado día 12 y me correspondió el grandísimo honor de inaugurarlo con una charla muy similar a la de diciembre, pues a Elena le gustó así. La clave del éxito creo que residió en el humor, ingrediente que quise utilizar desde el primer momento. No en mi debut de 2017 porque no sabía entonces si iba a resultar idóneo y porque estaba insegura. Cuando he visto cómo divulgan muchos, me lo he apropiado.
¿Mis inspiradores? Les Luthiers, grandemente; y también Natalia Ruiz y Manuel González con sus astrocoplas, aunque yo prefiero cantar a lo Bach. ¡Cuánto se rieron con mi coral relativista! Y con la misa escéptica que no tiene Credo, sino Dudo. Pero no voy a narrarlo: ¡ahí tenéis las charlas!
¿Quién me iba a decir que conocería a tantos divulgadores; que tendría varios amigos científicos? Hawking me dio el empujón inicial y parece haber ido todo rodado desde entonces, como si hubiesen estado esperándome: ¡qué maravilla! Se ha ampliado tan espectacularmente mi visión del mundo... ¡Gracias, muchas gracias!
Yo, entre tanto, sigo leyendo ciencia; para satisfacer mi curiosidad y para poder contar lo que aprendo, porque me está encantando comunicar mi entusiasmo y tratar de meterles a otros el gusanillo. Aparte de leer aprovecho la magnífica oportunidad que me brindan Internet y mis recientes contactos de preguntar a especialistas: ¡una delicia! Ellos están encantados y me explican con deleite, agradeciendo mi curiosidad. ¡Viva la divulgación!
Mi última charla me ha otorgado popularidad en círculos escépticos. ¡Es tan necesario el pensamiento crítico! Y si de paso doy alguna patadita a la pseudociencia, mejor. La idea empezó a fraguarse ya en el Desgranando de 2017, cuando hablé con varios antivacunas. Lo narré aquí.
Y ahora me despido pidiéndoos, como diría JAL, que leáis y viváis ciencia: ¡os abrirá la mente!
"¡Gloria a la Física, la Química y la Biología!". Crónica del diario Cordópolis.
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Querida Rocío, siento que no hayas mencionado otro efecto colateral de tu afan científico. En marzo de 2018 te invité a dar una charla sobre Oliver Sachs, eminente neurólogo que supo acercar sus conocimientos científicos a la gente novelando la vida de algunos pacientes con sindromes "raros", a OFECUM, asociación cultural de universitarios mayores de Granada. Recuerdo que poco antes habíamos hablado de su famoso caso del hombre que confundió a su mujer con un sombreo y a partir de ahí, te leiste casi las obras completas publicadas en España. Te deleitabas y maravillabas contándome de su obra y su vida. Incluso te hubiera gustado escribirle, pero había fallecido en 2015.
ResponderEliminarLa charla fué de una hora, no te faltó contenido, ayudaste en la divulgación científica y fué muy agradable.
Quiero decir también, que tu afan científico y divulgador puede perjudicar seriamente a la incultura.
Gracias Rocío.
Correcto. Fue el 14 de marzo, día en que murió Hawking, y lo mencioné al principio. Sacks trató a pacientes con ELA, un síndrome neurológico... Me pregunto si ambos se conocieron. Comparto mi artículo homenaje en un próximo comentario, pues tengo que buscar el enlace.
ResponderEliminarCarta a Oliver Sacks: demasiado tarde.
ResponderEliminarHola!
ResponderEliminarQué gusto me da leerte y saber que andas haciendo cosas tan bonitas. Me ha inspirado mucho el tema, porque todo esto ha salido de lo que andas leyendo y te apasiona y no de tu carrera propiamente dicha.
Efectivamente, me está aportando mucha riqueza, experiencia, amigos y nuevos y maravillosos conocimientos.
ResponderEliminar¿Qué anotador Braille te compraste? Yo tengo mi VarioUltra como si fuese un Stradivarius: ¡como ya no se fabrican..! Es buenísimo.
Hola! Un poco tarde, pero aquí paso. Qué detalle, te has acordado de que quería comprar un anotador. Al final ninguno. Desistí porque si llegara a estropearse el que tengo no habría quién me lo arreglara, y es que a una amiga le pasó con su Orbith reader y si bien udo arreglarlo por medio de Once, yo no tengo esa tranquilidad.
ResponderEliminarMe paso a dejarte por aquí mi última lectura, creo que te podría interesar. El libro se llama diez razones para borrar tus redes sociales, y como siempre haces mención a lo mucho que han dañado el mundo, cosa en la que no te falta razón. Lo noto con todo lo que observo a mi alrededor y como persona a la que le apasiona la psicología y la tecnología.
ResponderEliminarhttps://www.megustaleer.com/libros/diez-razones-para-borrar-tus-redes-sociales-de-inmediato/MES-104038
Muy bien: ¡gracias! Oh, siento los problemas logísticos que tienes. Y no podrías enviar el anotador a un sitio donde lo reparen, ¿verdad? Espero que todo se solucione. Yo lamento profundamente la quiebra de Baum: ¡no hay un anotador tan bueno como VarioUltra!
ResponderEliminarUn abrazo.
Rocio,es destacable como has iniciado el camino de la divulgación científica y es inspirador para siempre ser curiosos!! Te felicito!
ResponderEliminarAprovecho y comparto el post de un amigo:
http://quasartechsciencie.blogspot.com/2019/06/historia-de-un-grande-werner-heisenberg.html?m=1
Saludos!
¡Oh, muchas gracias! La ciencia me ha proporcionado enormes satisfacciones: he aprendido un montón de cosas nuevas, he conocido a gente magnífica, he escrito relatos y diálogos oníricos con Hawking... ¡Vaya regalo que me hizo Stephen!
ResponderEliminarLuego miro el artículo.
Un abrazo.