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martes, 1 de febrero de 2011

Una decisión

He decidido prepararme las oposiciones a Escuela de Idiomas por alemán. No sé cuándo saldrán plazas, ni cuántas, ni si habrá reserva para discapacitados... Pero al menos puedo ir estudiando y así me forjo la ilusión de encaminarme hacia una nueva salida, porque la Secundaria presenta muchos inconvenientes... Bueno, si mientras me surge la oportunidad de desempeñar algún empleo en Baviera... :-) Sí, eso es muy difícil, lo sé; mas soñar no cuesta nada. Al menos lo de la Escuela de Idiomas es tangible, es algo concreto. ¡A partir de mañana empiezo a estudiar! Lo malo es que no puedo adquirir aún un temario porque los temas van a cambiar, y para darme el trabajo doble de escaneado... Ése es otro problema, el acceso a la información. Ocurre por ejemplo con la bibliografía: el resto de los mortales (léase "videntes") puede ir a una biblioteca y hojear de aquí y de allá... A nosotros muchas de las fuentes nos quedan ocultas. Pero, en fin, dirijamos nuestros pasos hacia esa meta. ¿Quién sabe? El estudio no será infructuoso porque, independientemente del resultado, me ayudará a combatir el tedio y a reforzar mi nivel de alemán. Kopf hoch!
Denk ich an Deutschland in der Nacht,
Dann bin ich um den Schlaf gebracht.
Ich kann nicht mehr die Augen schließen,
Und meine heißen Tränen fließen."
Heinrich Heine (1797-1856)

viernes, 7 de enero de 2011

Escapada a Baviera

Suelo redactar las postales navideñas con mucho tiempo, y a mis contactos alemanes se las envío aún antes porque el ambiente comienza por allí ya el primer domingo de Adviento. A mitad de mes recibí la respuesta de Rosina, una señora que vive en un pueblecito cerca de Munich y es también fan del coro de niños de Tölz. A ella no la conocía personalmente, si bien más de una vez insistió en que me alojara en su casa cuando fuese para allá a ver un concierto de los Tölzer.
Rosina preguntaba en su respuesta cómo me encontraba, y ¡oh, pobre, se lo conté! Le dije que este trimestre había sido muy duro para mí, que había tenido que vérmelas con una crisis de ansiedad/depresión debido a los cambios de trabajo y vivienda y a los inconvenientes que todo profesor de Secundaria en España ha de afrontar, y si es ciego aún más. La buena señora respondió inmediatamente: "oh, ¿qué leo? ¡Vente estas Navidades unos días a mi casa, así cambias de aire!". Le agradecí su cordial invitación y añadí que confiaba en que no se sintiese de alguna forma obligada ante mis dramáticas líneas. Dijo que en ningún caso y yo me puse a buscar vuelos con muy poca fe, pues nunca lo he hecho tan repentinamente y pensé que no iba a haber; pero tuve mucha suerte. El día 2 por la tarde me dirigí pues rumbo a mi querida Baviera y regresé ayer.
Rosina es un encanto de persona. Adora la música y además canta en un coro, hace poco ofrecieron en concierto el Oratorio de Navidad de Bach. ¡Lástima no haberlo visto!
Juntas hemos cantado mucho y ella me ha enseñado algunos Jodel (o Jodler, como se dice allí). Adoro estas piezas tradicionales.
También hemos visto a unos amigos míos que ella no conocía: Andreas, gran fan del coro de Tölz desde hace tiempo, y Elke, madre de uno de los niños cantores. A Andreas lo admiro realmente: hoy día es difícil encontrar a personas que sientan una pasión tan fuerte por algo. Él me ha ayudado mucho en mis excursiones "tölzeras" [neologismo]: me ha recogido en el aeropuerto, se ha ocupado de mí... Es muy atento, cortés y cultísimo. A Elke la conocí hace dos años en Irsee y en septiembre me invitó a su casa cuando fui a uno de los conciertos del coro que tuvo lugar en esta localidad.
El día 5 fue mágico, mi mejor regalo de Reyes: Rosina, Andreas, Elke y yo dimos un hermoso paseo a lo largo del Isar. De pronto, respirando aquel aire, sintiendo el frío en la cara y oyendo el murmullo del agua, fui consciente de que no había sido tan feliz en cuatro meses. "¿qué más se puede pedir -me dije-? Una excelente compañía, una bella caminata por la Naturaleza, mi adorada Baviera...". Y agradecí a mis tres compañeros, que tanto empeño habían puesto para sacarme de la ciénaga emocional en que me hallaba. Entonces me vi capaz, con fuerzas para afrontar el futuro inmediato. "Merece la pena, merece la pena. La vida puede acarrearnos momentos duros, pero si en compensación existen ratos como éste...". Hubiera abrazado en el acto a mis tres amigos por haberme brindado el mejor presente navideño: unas dosis de alegría. Hubiera saltado, cantado... Bueno, lo de cantar sí lo hicimos Rosina y yo: un par de Jodler en un puente con buena acústica. Los transeúntes se detenían a escucharnos. Hm, Rosina es más desinhibida que yo para estas cosas...
La estancia en Baviera, por tanto, me ha servido muchísimo más que el mejor fármaco o la mejor terapia psicológica. ¡Gracias, gracias!
Y a todos vosotros os deseo un muy feliz 2011.
Ojalá el año me acerque más a mi ansiado destino bávaro: ¿podré mudarme definitivamente allí en alguna ocasión?

sábado, 1 de enero de 2011

Los chicos del coro en Granada


El pasado día 30 pude ver en el Palacio de Congresos de Granada a los Petits Chanteurs de Saint Marc, más conocidos como Los Chicos del Coro gracias a la película Les Choristes, que los hizo saltar al estrellato.
Fragmento. El concierto se celebró en un lugar poco apropiado, con mala acústica, y los organizadores no tuvieron otra idea más brillante que la de colocar megafonía. Yo estaba sentada muy cerca del escenario, pero aun así percibía el sonido enlatado y con saturación, pues se ve que el equipo era malo o que no hicieron las debidas pruebas. El piano resultaba penoso de oír, parecía un tecladillo estropeado, y las voces de los niños también se veían afectadas. ¿No podían haber cantado al natural? A mi juicio es preferible oírlos de lejos desde las filas de atrás que someterlos a tal amplificación...
Había en total treinta niños (chicos y chicas). No se hizo programa de mano, así que mi crítica resultará algo imprecisa. Recuerdo que el solista se llama Nicolas, fue muy aplaudido; hermosa su interpretación del Agnus Dei de no sé quién. También la del Ave Maria de Caccini (¡suerte, ésta la conozco!), ¿pero a quién se debe ese arreglo tan moderno? No he escuchado la pieza original y con estas versiones parece algo actual. Bueno, yo siempre he opinado que el pop-rock debe mucho a Monteverdi.
Demostración.
Los cantores de Saint Marc interpretaron fundamentalmente piezas ligeras, también algún arreglo a lo pop de fragmentos clásicos y villancicos ("El tamborilero, White Christmas, etc."). "Granada" de Agustín Lara fue muy aplaudida, hubo de incluirse de nuevo en los bises. Y como última propina, "Cielito lindo", con canto del público incluido. De la película interpretaron tres temas. Yo hubiese preferido más fragmentos clásicos para voces blancas...
La gente se emocionó mucho, de lo que deduzco que los coros de niños gustan también aquí; lo que pasa es que no se los da a conocer y que nuestro sistema del mínimo esfuerzo y el "aprender jugando" unido a una gran incultura musical y una falta de consideración por el sublime arte de Euterpe no propicia el desarrollo de estas formaciones.
¡Oh! Si hubieran venido mis Tölzer... Lo que pasa es que éstos son menos famosos, pocos los conocen por aquí aunque haya gente que tenga grabaciones suyas (las Cantatas de Bach con Harnoncourt, en esencia). Pero pienso que si se les diera publicidad, la gente iría. ¡Oh, qué bello sería que nos visitaran!
Me gustan más los coros de niños sólo que los de niños y niñas, el sonido resulta más empastado y homogéneo. Además, las voces graves de algunos altos otorgan un color especial que, mezclado con voces femeninas, se pierde.
Ejemplo sonoro.
Termino afirmando que no he oído a un coro de niños como al de Tölz, con su perfección, su refinadísima técnica, su empaste, la preparación solista de cada miembro... Y animo a los responsables a que sigan trayendo este tipo de formaciones vocales. ¡Ay, ojalá hubiera más en nuestro país y se las valorase en su justa medida! Para un niño, la experiencia de cantar en coro resulta única. Además, si sus profesores son excelentes y le dan ya desde pequeño una formación vocal máxima, eso le queda de por vida, aunque haya de adaptarlo con el cambio de voz. La gran mayoría de los integrantes del Tölzer Knabenchor, por ejemplo, ha seguido dedicándose a la música. ¡Ay! <alguien decía que tendríamos que aprender a leer música al mismo tiempo que letras, y estoy tan de acuerdo... Además, los niños pequeños suelen experimentar fascinación por este arte y cuentan con un sentido innato del ritmo: ¿por qué no se potencian estas capacidades, por qué se las deja morir sin más?
Bueno, no quiero ser pesimista en este primer día del año. Os dejo el blog de Nicolas Porte, director y fundador de los petits chanteurs de Saint-Marc. También la web oficial del coro, que por cierto no es accesible para ciegos con tanto flash.
Félicitations, monsieur Porte!
Y a vosotros un poco de música propia de estas fechas; con niños, obviamente.
¡Feliz 2011!

viernes, 24 de diciembre de 2010

Nuestro concierto de ayer


Ayer fue un día de emociones intensas. Hm, me ha resultado una frase algo tópica, pero cuando el tópico responde a la verdad... Por la mañana estuvimos ensayando dos horas y media en el auditorio; los primeros treinta minutos viendo cuestiones de colocación y organizando nuestra salida al escenario. Aun así dio tiempo de repasar todo el programa menos la segunda parte del "Laudate pueri dominum" de Mendelssohn, que se revisó por la tarde porque faltaba una de las solistas.
A las seis, es decir, una hora antes del concierto, ya estábamos convocados pero dio tiempo a poco porque se nos avisó en el último momento de la retirada de uno de los coros del encuentro: el director había tenido un hijo aquella mañana (Puer natus in Granada). Ambos conjuntos participantes tuvimos que estirar el programa: nosotros añadimos una pieza navideña holandesa y otra granadina armonizada por Juan Alfonso García.



El primer coro era de personas mayores y entonó villancicos populares; nosotros no pudimos verlo, obviamente: mientras actuaba nos dedicamos a vocalizar y a perfilar los últimos detalles. "Rrrrío, rrrrío, rrrrrío, bella rrrosa purpuriiia [¡ay, qué sequedad de garganta; y al concierto no voy a poder llevar la botella de agua], dinonnn danonnnn dinonnnn danonnnn [¿me dará tiempo de ir al baño?], rrrío rrrío rrrío rrrío [¡madre mía, un La agudo! Si hago eso ahora me destrozo la voz justo antes del concierto]".
¡Por fin! La fanfarria de don Manuel anuncia nuestra inminente aparición. Ya salimos cantando una pieza en hebreo que el coro podría adoptar como himno, pues suele acompañar frecuentemente sus inicios. El efecto de la entrada no pudo apreciarse bien porque el público, en lugar de esperar al director, aplaudió desde que empezamos a salir. Es bueno llegar cantando, templa los nervios.
El concierto salió mucho mejor de lo que yo esperaba. Mi atención tiene que triplicarse porque, obviamente, no veo los gestos del director. Los inicios son fáciles, me guío por la respiración de los compañeros. En cuanto a la dinámica, como la hemos trabajado en los ensayos... No recordé sin embargo que dijimos que íbamos a acortar el fortísimo "Halleluja" de "Am Neujahrstage" y mi voz se quedó resonando sola, pero callé rápidamente. En la tercera estrofa del Coventry Carol hubo un problema general, no sé a qué pudo deberse; yo estaba pendiente del dibujo del arpa para ir sobre seguro, pero en mi posición apenas la oía... ¡Si incluso me costaba distinguir la línea de las mezzos! Y la de las altos, no digamos. ¡Oh, qué bien lo hizo Ceterni Fernández, la joven arpista! ¡Enhorabuena!

Curiosamente, la garganta no se me resintió y además no estaba nerviosa en absoluto, lo que me permitió disfrutar del canto. Dicen mis padres que no paré de mover la mano marcando el ritmo y que me giraba hacia el lado: ¡Uf, ni me di cuenta! Temían que en algún momento me volviese de espaldas. ¡Y yo sin advertirlo! Llevaba el Braille Lite (un anotador pequeño con línea braille) más que nada por seguridad; bueno, sí: me fue necesario en el texto de "this little babe". Las demás piezas las sabía de memoria, pero en algunas quería ir revisando la partitura y en otras el texto; como es obvio, los ciegos no podemos leer ambas líneas simultáneamente.
La ovación fue grande y al final cantamos ambos coros el "Noche de paz". Tuve que memorizar la letra en español en el último instante, pues no estaba previsto... Sí, hijos: yo me sé este villancico en su idioma original, "Stille Nacht, heilige Nacht"... Cuando lo canto en otro me suena a impostura y no me gusta tanto... ¡Eso que hay traducciones y versiones como para que me haya habituado! Pero nada: yo quiero interpretaciones próximas a la original de Gruber, con ese aire salzburgués... Ésta, por ejemplo.
Palomares, el director, nos dio a continuación un discurso muy emotivo. Dijo que reflexionáramos sobre nuestras quejas por el excesivo trabajo y el estrés que implica la preparación de eventos como éste, pero que con ello nos brindaba una oportunidad tal vez única y que, si iban a ser maestros, tenían que plantearse retos de esa clase porque el futuro de la música está en las escuelas y en sus manos; si no luchan, todo está perdido... Nos agradeció el esfuerzo y nos pidió que aspiráramos siempre a algo mejor, pues incluso los coros profesionales han de superarse día a día: "la música nunca está hecha". Y luego concluyó diciendo que ya no iba a dar más conciertos con el Coro de la Facultad de Ciencias de la Educación. ¿Cómo? ¡Con lo que me había ayudado la experiencia! Ahora que acabo de empezar lo deja... Afloraron lágrimas a mis ojos. Todo ocurrió en unos pocos segundos, una cadencia suspensiva del habla que, afortunadamente, tuvo final feliz: "[...] en este año". Un suspiro de alivio y un "Aaaaaaah" salió de todas las bocas y después aplaudimos con ganas. "No os vayáis, que quiero despedirme de vosotros uno a uno". ¡Qué hombre tan humano! ¡Cuánta pasión, cuánto amor pone en lo que hace! ¡Cómo aprecia a sus alumnos! En clase nunca se enfada, aunque tenga motivos sobrados para ello: falta de atención, de estudio, etc. Echa la bronca en el mismo tono que emplea para indicarnos que vayamos al primer compás del segundo sistema... ¡Y se gana el respeto de todos! "Cuando estéis en clase con los niños, no gritéis que os infantilizáis" -comentó en una ocasión. ¡Ay, hijo mío! Si yo me callase esperando que esa actitud produjera silencio en mis alumnos, se pasaría la hora y ellos, tan felices con su cháchara sin interrupciones del plasta del profe. De hecho, ya me ha sucedido varias veces. Igual en la primaria se puede controlar eso mejor, se los puede llevar al orden más fácilmente que en los niveles a los que yo imparto... ¡Señor Palomares, asesóreme! Quisiera ser como él: siempre paciente, siempre sonriente... ¡Gracias, muchas gracias por transmitir tu amor por la música y el canto coral a generaciones de jóvenes!
Os deseo a todos unas muy felices fiestas.

martes, 21 de diciembre de 2010

Tres veces en el Falla


En menos de una semana voy a acudir tres veces al Auditorio Manuel de Falla, ¡y la tercera como una de las cantoras! Sí, parece increíble. Como sabe quien me conozca o quien haya leído mi otro blog y partes de éste, adoro el canto coral. Aquí en Granada he estado en un coro amateur, pero se disolvió; este año llevaba ya tiempo queriendo formar parte de uno, y me recomendaron el de la Facultad de Ciencias de la Educación. Asistí pues a un ensayo a comienzos de noviembre, en principio iba a estar de oyente hasta que diesen el nuevo repertorio en enero; pero como conocía o sabía parte de lo que cantaban, o si no lo aprendía rápidamente, me integré sin problemas. El 23 habrá en el Falla un encuentro coral de tres agrupaciones, con música relativa a la Navidad. La segunda parte es entera nuestra y en el programa hay mucho para voces blancas (piezas originariamente escritas para niños que aquí haremos las mujeres), como dos fragmentos de "A Ceremony of Carols" de Britten, "Veni Domine" y "Laudate pueri dominum" de Mendelssohn, "Dancing day" de Routter...
¡Oh, qué terapéutico es el canto coral! Este trimestre he atravesado una mala racha; un periodo de vacío, abulia y TAEDIUM VITAE. Digamos que me faltaban alicientes, asideros, metas... Desde que me integré en el coro empezó a operarse un paulatino cambio y ahora puede decirse que he vuelto a ser moderadamente feliz. La felicidad suprema es un bien cada vez más escaso a medida que uno va creciendo, tal vez porque ganamos en madurez y conciencia de lo que nos rodea. Dicen que los tontos son muy dichosos... Cierto: ahora esa plenitud, esa satisfacción con la vida y lo que nos ha tocado en suerte hemos de ganárnosla a pulso; no nos viene dada: hay que buscarla, reconocerla, aprehenderla... Pero estaba hablando del coro. Cuando uno atraviesa periodos de desánimo, la audición pasiva de música sirve de poco porque, por muy bella que ésta sea, parece no penetrar dentro de nosotros, no hablar nuestro mismo lenguaje. En cambio, una implicación activa nos sumerge en la obra, nos hace sentir parte de ella y, al requerir más concentración, nos permite aparcar los pensamientos negativos y las inútiles obsesiones recurrentes.
Es de rigor que exprese mi más sincero agradecimiento a José Palomares Moral, director de este coro y gran maestro y educador. ¡Cuántos como él hacen falta en este cada vez más insulso, frívolo y amusical mundo! Me duele que haya personas inmunes a su entusiasmo y que no sepan apreciar sus enseñanzas... O igual sí, aunque ahora no sean conscientes; la semilla está sembrada.
Mi primera visita al auditorio fue el pasado sábado, para ver 4 Cantatas del magnífico Oratorio de Navidad de Bach interpretadas por la Orquesta Ciudad de Granada y su coro. Ambas formaciones nos tienen acostumbrados a una gran calidad y no me han defraudado tampoco ahora. No comparto algunas cuestiones estilísticas como la ralentización tan grande de los tempi en los finales, más propia de visiones romanticonas del Barroco. También prefiero que las diversas frases que integran los corales luteranos vayan unidas y no cortadas con esas pausas tan grandes, si acaso a veces un pequeño ritenuto... Los solistas en general bien, aunque el tenor defendió mejor las arias que los recitativos del evangelista. Salió airoso del "Frohe Hirten" de la 2. Imagino que todo tenor que haya de afrontarla proferirá algunos improperios al espíritu del pobre Bach. El gran Kantor trataba a las voces como instrumentos y a veces les imponía unos pasajes tiránicos. ¿Qué tal llevarían aquello los pobres chicos de la Thomasschule?
A la contralto se la comía un poco la orquesta. Tenía buen timbre, pero andaba regular de potencia.
Mi segunda visita al Falla ha tenido lugar esta noche: se anunciaba el Mesías de Händel con el coro de niños checo Boni Pueri. Sin embargo, los pequeños cantores no han podido acudir por algún tipo de rencillas entre el director del coro y el del conjunto instrumental, en este caso Musica Bohemica. Al final han venido coro y orquesta de Musica Bohemica y han interpretado sólo unos números del oratorio haendeliano. Aunque hagan unaselección, no veo bien que cercenen partes que van unidas, como el aria con coro "O thou that tellest good tidings to Zion"; la parte coral la obviaron. Lo mismo ocurrió con el aria de bajo "Why do the nations so furiously rage", el coro de después desapareció; y a mí que me lo pide el cuerpo... En cuanto al aria "The trumpet shall sound", no hicieron la parte central y consecuentemente tampoco el da capo final. Los solistas no me convencieron en absoluto: la contralto no impostaba bien la voz y los graves le quedaban deprimentes; la soprano, entre otras cosas, tuvo serios problemas en el aria "rejoyce greatly", no sólo con la coloratura, sino con el tempo: supongo que los nervios la llevaban a correr; el timbre del tenor tampoco me llenó y el bajo... En el "Why do the nations" sonaba hueco e inexpresivo y en el "The trumpet shall sound" inventaba el inglés; igual en otras también, pero como aquí conozco todo el texto pude apreciarlo. Además no atendían a la ornamentación barroca; cuando adornaban algo, resultaba poco apropiado o insulso. Hubo partes que transmitían una impresión de estrés, como el "Alleluia"; otras resultaban demasiado mecanizadas. En general, parece que estos señores no viven la obra, no la sienten o al menos no transmiten esa emoción que deberían experimentar al ejecutarla.
Al comienzo hubo gente que estaba dispuesta a aplaudir tras cada número; luego se dieron cuenta de que "hasta el final no es", pero claro: ¿cómo averiguar cuándo llega el final? Después del poco convincente y dudosamente exultante Alleluia hubo aplausos; se entiende por el significado y porque concluye la segunda parte, aunque ellos no lo sepan. ¿Pero y el que se produjo en el "For ever and ever", justo antes del Amén? ¿Quién puede creer que esa cadencia es una conclusión? Desde luego, alguien que oye la música como quien oye llover, pues si no no se explica.
La ovación final no fue muy larga, no dio tiempo porque enseguida salieron orquesta y coro para ofrecernos el "Adeste Fideles" con canto del público incluido. Luego el director nos felicitó la Navidad en español y yo lamenté no saber dar las gracias en checo.
Relataré cómo se da nuestro concierto el jueves.

sábado, 30 de octubre de 2010

Documental sobre Savall

Se emitió en la 2 y se centra en la grabación de un nuevo disco con música en el entorno de los Borgia.
 

lunes, 4 de octubre de 2010

¡Otra sorpresa musical en Osuna!


Ya me avisó Becky, de Acfea. Ayer dieron un concierto en mi pueblo el coro y la orquesta de cámara de la MLC school, un colegio metodista para niñas de Sidney en el que la música representa parte importantísima de sus enseñanzas, como pudimos comprobar: ¡qué nivel el de ambas formaciones! Exceptuando el Concerto Grosso Op. 6 de Händel, las obras que nos ofrecieron fueron compuestas por profesores del colegio.
Destaco el empaste del coro, que me recordó mucho a Anima con la salvedad de que el de la MLC está únicamente constituido por voces femeninas. Fueron muy interesantes las piezas vocales interpretadas. A mí me encantaron el Jubilate Deo de Xabier Sarasola y el Rainchant de Paul Stanhope, con imitación de gotas de lluvia incluida. En cuanto a las piezas instrumentales, me impresionaron el solo de violín y el de cello. ¡Madre mía, qué bien tocaban las niñas! La violinista expresó un gran sentimiento al interpretar la compleja pieza, abundante en armónicos, y la violoncellista hizo gala de un enorme virtuosismo. También es digno de mención el concierto para contrabajo de James Humberstone: ¡rara vez he escuchado a este instrumento actuando como solista!
El grupo está ahora de gira por España, os proporciono toda la información porque merece la pena. Os recomiendo que asistáis, si os es posible.
Las integrantes del coro y la orquesta de cámara de la MLC constituyen otro ejemplo de cuán beneficioso es dedicarse a la música desde niño y de cómo se logran resultados espectaculares con una buena educación. Congratulations, girls, and have a good stay in Spain!

MLC School Choir and Orchestra en España.
Concerto Grosso Op 6 Händel

This is my Home - Katy Abbott

Song of Life - Matthew Hindson

Enyato and Ecstatic Dance - Ross Edwards.

Miniature Concerto for Double Bass - James Humberstone

Morning Star - Paul Stanhope

Jubilate Deo - Xabier Sarasola

After Night - Peter Sculthorpe

Sacred Intermezzo - Ross Edwards

Rainchant - Paul Stanhope

Sat Sep 25 BARCELONA
7:00 pm Mass participation in Barcelona Cathedral
8:00 pm Concert in Barcelona Cathedral


Wed Sep 29 GRANADA
8:00 pm Concert in Granada Cathedral


Sun Oct 3 CORDOBA
12:30 pm Concert in La Colegiata


Thu Oct 7 TOLEDO
8:00 pm Concert in Convento de Santa Ursula


Sat Oct 9 EL ESCORIAL
6:30 pm Carillon recital
7:00 pm Mass participation followed by
Concert in Real Monasterio San Lorenzo de Escorial


Sun Oct 10 MADRID
12 noon Mass participation in Madrid Cathedral


Tue Oct 12 BURGOS
1:30 pm Mass participation
8:30 pm Concert in Capilla Santa Tecla in Burgos Cathedral


Wed Oct 13 SAN SEBASTIAN
8:30 pm Concert in Buen Pastor Cathedral


http://www.spain.embassy.gov.au/madrcastellano/events.html