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domingo, 30 de abril de 2017

¡Más ciencia en la Feria del Libro de Granada!

Por segundo año consecutivo estamos disfrutando de las conferencias de divulgación en la carpa de la ciencia de la Feria del Libro de Granada. Hoy el colofón lo ponen una de música y otra de astronomía.
Ayer nos hablaron de un tema apasionante, las estrellas: su nacimiento, el tira y afloja entre la fuerza de la gravedad que las contrae y las reacciones de fusión nuclear que las expande..., hasta que dicho equilibrio, llamado "equilibrio hidrostático", se rompe y, dependiendo de la masa, se originan reacciones diferentes. Cuando el combustible se agota, el núcleo se calienta concentrándose en él la masa y las capas externas se enfrían, dando lugar a gigantes rojas. También puede pasar que cambien las reacciones, la clásica transformación de la materia: carbono, oxígeno, hierro..., pero llega un punto en que el hierro ya no puede modificarse y entonces obtenemos, dependiendo de la masa, supernovas o hipernovas, que al final explotan y hay dos posibilidades: o la estrella de neutrones, increíblemente densa (sería como poner un avión en un granito de arena) o los agujeros negros.



Espero no haber incurrido en errores. Esto lo había leído ya en la Breve Historia del Tiempo de mi amigo Hawking, y me encanta cómo describe la lucha de fuerzas. Olvidaba algo muy importante, y ojalá me pueda perdonar mi otro amigo, Carl Sagan: de toda esta cocina estelar procedemos nosotros; los ladrillos que nos constituyen vienen de allí, de ellas; el carbono, los lípidos y más elementos de la tabla periódica, su herencia. Confío en que muchos podáis mirar al cielo en una noche estrellada y no os sintáis tan lejos de esas concentraciones de gas y polvo.

Sorprendente la cata de huevos de un cocinero gallego, que nos explicó de qué triste forma desgraciamos los alimentos a base de cocerlos demasiado. Un huevo a 64 grados durante noventa minutos está jugoso y exquisito, mas, ¿cómo obtiene eso el usuario de a pie con hornos convencionales?
Enrique, el astrónomo ciego, vino acompañado por el doctor Rocco, su perro guía, que pronto le hará las observaciones, así que imagino que estará familiarizándose con los telescopios Y con todo el espectro, incluso el de sardinas de Málaga. ¡Ah, no! ¡Eso era el espeto! Enrique puso en relación "A la busca del tiempo perdido" de Proust con nuestro universo: lo que sabemos de él, los falsos mitos, el dogmatismo, etc. Es todo un humanista; el pasado año hizo otro tanto con "El corazón de las tinieblas".
Isabel, su colega del Instituto de astrofísica de Andalucía, nos habló con muchísimo humor de las galaxias y llegamos a la conclusión de que la nuestra no tiene nada de particular, ni de extraordinario. Se me ocurre ahora una pregunta: ¿por qué al primer planeta que se descubre en un sistema se le asigna la letra B en su nomenclatura y no A? Voy a comprar un billete para Próxima B, pero que viajen otros antes para inspeccionar el terreno. ¡Amigo Hawking...!





Espero que el área de ciencia se abra todos los años: ¡cuánto aprendo!


7 comentarios:

  1. Un ejemplo más de que, si se quiere, se puede. Y no sólo con la ciencia, también hay gente que es capaz de salir adelante por otras vías, como por ejemplo, el deporte. Gracias Rocío por publicar esta maravilla.

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  2. Maravilloso Rocío! Una vez más gracias por hacer de éste un mundo mejor! Un besazo😘

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  3. ¿Yo? Sólo me limito a divulgar los ejemplos de otros. Ellos sí cambian el mundo y, al seguirlos, crecemos. ¡Gracias, queridos paradigmas!

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  4. He asistido a algunas conferencias y he quedado fascinada. Que minúsculos somos ante la inmensidad del tiempo y del espacio y a la vez somos realmente los reyes de la creación pues la vivimos, la sentimos y hay gente maravillosa que nos la explica! Gracias a todos y a tí Rocio por tu particular versión tan humana y ejemplar.

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  5. María Jesús: no, no somos los reyes de ninguna creación. Estamos aquí fruto de millones de años de combinaciones y recombinaciones aleatorias. Azar y tiempo: ¡he ahí la clave! :-)

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  6. Parte de este artículo ha sido eliminada por deseo expreso de una de las conferenciantes que no desea aparecer en el blog. ¡Lo siento, lectores!

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