El 5 de abril de 1617 fallecía Alonso Lobo, polifonista de la talla de Tomás Luis de Victoria, Francisco Guerrero o Cristóbal de Morales, si bien no tan conocido. A nosotros nos debería resultar familiar, pero por desgracia no ocurre tal cosa.
Lobo nació en Osuna alrededor de 1555. Recibió un título en nuestra universidad y trabajó en una iglesia de la Villa como canónigo. En 1591, la catedral de Sevilla lo nombró asistente de Francisco Guerrero, de quien fuera discípulo y al que sustituyó como maestro de capilla durante sus ausencias.
En 1593 lo contrató la Catedral de Toledo y en 1594 volvió a Sevilla.
Su influencia se extendió pronto en el extranjero; en el México colonial fue considerado uno de los compositores más relevantes.
Entre las obras de Lobo destacamos misas y motetes, tres pasiones, lamentaciones, salmos e himnos, además de un Miserere para doce voces, hoy perdido. Tampoco ha sobrevivido música secular o instrumental; o al menos no tenemos noticia de ello.
El 5 de abril tendrá lugar un concierto homenaje en la Catedral de Sevilla, templo al que honró con su música. Por fortuna, el día siguiente se ofrecerá un concierto en la Colegiata de nuestra localidad: ¡espero que no sea el único! También se descubrirá una placa conmemorativa. ¿Por qué no son publicitados convenientemente estos actos? Yo, tremendamente interesada, me acabo de enterar por una coralista sevillana que actuará en el concierto.
He oído cantar piezas de Alonso Lobo recientemente en un curso de música antigua que tuvo lugar en Cambridge. "¡Anda: ése es de Osuna, de donde yo nací, en Andalucía!" –exclamé orgullosa. "Really?". Los cantores me miraron con interés reverencial. En cambio ahí estamos nosotros, compatriotas, sin ni siquiera dedicarle una plaza importante o erigirle una estatua; sin traer a coros (sólo puntualmente por imperativo de la ocasión) o crear uno que interprete su música, entre otras; sin instruir a nuestros niños sobre la figura musical con que contamos y la importancia cultural de un municipio que tenía duques, universidad, capilla musical e ilustres figuras a lo largo de la Historia, como Francisco Rodríguez Marín.
He oído cantar piezas de Alonso Lobo recientemente en un curso de música antigua que tuvo lugar en Cambridge. "¡Anda: ése es de Osuna, de donde yo nací, en Andalucía!" –exclamé orgullosa. "Really?". Los cantores me miraron con interés reverencial. En cambio ahí estamos nosotros, compatriotas, sin ni siquiera dedicarle una plaza importante o erigirle una estatua; sin traer a coros (sólo puntualmente por imperativo de la ocasión) o crear uno que interprete su música, entre otras; sin instruir a nuestros niños sobre la figura musical con que contamos y la importancia cultural de un municipio que tenía duques, universidad, capilla musical e ilustres figuras a lo largo de la Historia, como Francisco Rodríguez Marín.
La cultura no vende. Eso parece afirmar la actual izquierda en cualquier punto de España, que confunde el interés por el pueblo con el populacheo y la chabacanería,.
Recuerdo la época gloriosa de nuestro Conservatorio, cuando cada dos semanas tenía lugar un interesante concierto de música clásica. Me suena vagamente un periodo anterior en que se hacía teatro y Cineforum en el Instituto, y los alumnos tenían nivel, humor y espíritu crítico. Lorca o Alfonso X eran interpretados, con música acompañante que tocaban los niños del colegio con flautas de pico e instrumental Orff. ¡Eso era cultura, amor por el conocimiento y buen hacer!
Recuerdo la época gloriosa de nuestro Conservatorio, cuando cada dos semanas tenía lugar un interesante concierto de música clásica. Me suena vagamente un periodo anterior en que se hacía teatro y Cineforum en el Instituto, y los alumnos tenían nivel, humor y espíritu crítico. Lorca o Alfonso X eran interpretados, con música acompañante que tocaban los niños del colegio con flautas de pico e instrumental Orff. ¡Eso era cultura, amor por el conocimiento y buen hacer!
En enero pudimos disfrutar de una magnífica actuación de los violagambistas Fahmi y Rahmi Alqhai, reseñada en este mismo blog. El título del acto era "Homenaje a Alonso Lobo": ¿por qué? ¿Para escurrir el bulto? ¿Qué tienen que ver la música francesa e inglesa del Barroco para viola da gamba con la polifonía religiosa del Renacimiento? Francamente, no veo oportuno que despistemos así a la audiencia.
Confío en que, en lo que queda de año, nuestro pueblo ponga remedio a la situación y se una al aniversario de un grande, considerado por Victoria como su igual. ¿Qué pensarán en el resto del mundo cuando vean que nosotros, sus compatriotas, ni siquiera lo conocemos? ¡Tendríamos que avergonzarnos!
Muchas gracias, ¡y apostemos por la cultura! Sólo eso nos hará grandes, libres y sabios.
OSUNA: ACTO POR EL ANIVERSARIO DE ALONSO LOBO.
06/IV/2017.
-18:45: descubrimiento de una placa conmemorativa por el cuadricentésimo aniversario de la muerte.
-19:00: conferencia a cargo del musicólogo Juan María Suárez Martos.
-20:00: concierto. Ensemble Alonso Lobo acompañado de Oniria.
[9 de abril]. Artículo ofrecido en El Pespunte, periódico local, sobre los actos en homenaje a Lobo.
Me ha encantado tu entrada, no se puede expresar mejor. Enhorabuena, gente como tú es la que hace falta para transmitir la cultura. Eres digna de admiración. Gracias
ResponderEliminarMuchas gracias, querida. ¿Nos conocemos?
EliminarSoy paisana tuya, pero no nos conocemos personalmente.
EliminarSupongo que nos veremos mañana en la conmemoración.
EliminarSí, allí nos veremos!!
EliminarDesgraciadamente es habitual, lo que comentas. Tradicionalmente han sido grupos ingleses (Tallis Scholars, The Sixteen, Hylliard Ensemble...) los que han cantado y grabado la música de nuestros autores, tal vez por no contar hasta fechas recientes con grupos de cantores profesionales especialistas en música antigua, salvo la excepción de la antigua Capilla Peñaflorida de Josep Cabré, no ha habido grupos vocales de nivel en nuestro país. Ahora han surgido conjuntos de altísimo nivel, y supongo que poco a poco estás situaciones se darán cada vez menos. Eso espero. :)
ResponderEliminarAh, recuerdo unas piezas de Juan Hidalgo Y de Juan de Durango con ese grupo. ¿Sigue existiendo?
EliminarEnvidio profundamente la tradición musical de otros países, así como los coros de niños en todos sitios. Aquí la música en las iglesias ha dejado de existir, prácticamente, y creo que todo por culpa del Concilio Vaticano II. Bueno, y de la contrarreforma, Y de la ignorancia musical. En Alemania Inglaterra puedo ser perfectamente atea practicante. En España no, me aburren las iglesias si no hay música.
Cierto, Vaticano II ha siginificado un auténtico desastre.
EliminarIntuyo que nos llevaremos bien. ¿Eres el tenor?
EliminarSi, ego sum ;)
EliminarLaetata sum. Tibi gratias ago. Honor est, quid paginam meam legas. Canta et exulta!!! Vale.
EliminarMuy afortunada descripción de la situación. También estaré en el acto y me encantaría conocerte, a ver si entre todos se puede hacer algo!
ResponderEliminarGracias.