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lunes, 6 de febrero de 2017

Intolerancia religiosa, superchería y fanatismo: ¿hasta cuándo?


Por mi parte, me gustaría vivir en un universo que encierra aún mucho de desconocido y que, al mismo tiempo, es susceptible de llegar a ser interpretado. Un universo del que lo conociéramos todo sería estático y deprimente, tan aburrido como el cielo que nos prometen ciertos teólogos pobres de espíritu.
Carl Sagan: "El cerebro de Broca".
«Dado que existe una ley como la de la gravedad el universo pudo crearse a sí mismo de la nada, como de hecho ocurrió. La creación espontánea es la razón de que exista algo, en vez de nada; de que el universo exista; de que nosotros existamos. No es necesario invocar a Dios para que encienda la mecha y ponga el universo en funcionamiento».
Stephen Hawking.
DESAPRUEBO LO QUE DECÍS, PERO DEFENDERÉ HASTA LA MUERTE VUESTRO DERECHO DE DECIRLO.
Voltaire.
Los hombres creen que la epilepsia es divina, simplemente porque no la entienden. Pero si llamaran divino a todo lo que no entienden, realmente las cosas divinas no tendrían fin.
Hipócrates.
Una infausta tarde, un día de tantos durante mi periodo depresivo, me llamó la amiga de una compañera con la que había mantenido esporádico y circunstancial contacto meses atrás
-Si estás mal, lo mejor es que te vengas conmigo a la oración.
-¡No, si no soy creyente!
-Eso da igual: te vienes, nos conoces, que hay chicos muy simpáticos, tomamos algo y... ¡ya verás!
-Sí, pero me voy a aburrir; ¡me voy a sentir fuera de lugar!
-¡Que no: hazme caso!
La voluntad era precisamente lo que me faltaba en esos años de anulación, de desequilibrio en el sistema límbico; así que me dejé llevar. Como había supuesto, resultó soporífero: todos sentados, rezando monótonamente mientras aguardaban no sé qué gracia divina que, por supuesto, no llegó; o al menos yo no la noté. No me malinterpretéis: que rece quien quiera, quien así se sienta mejor; pero, ¿yo? ¿Por qué, para qué? ¡Absurdo!
Poco tiempo después volvió a llamar mi evangelizadora preguntando si la acompañaba a la parroquia. Me negué, claro está, y su reacción me sorprendió en demasía:
-¡Es que no te dejas ayudar, no pones voluntad! ¿Sabes una cosa? ¡Yo también tengo mis propios problemas! Eres una egoísta: sólo piensas en ti. Desde ahora te bloqueo del What's App: ¡no tienes vergüenza!
¡Bravo! ¿Y presume de caridad cristiana, de auxiliar a los desfavorecidos, de solidaridad? ¿Son ésos los hombres BONAE VOLUNTATIS? ¡Qué gracioso! Tolerancia con quienes piensan exactamente igual que ellos: ¿verdad? ¡Así es facilísimo!
Cuando uno está mal, aparecen salvavidas por generación espontánea recomendando homeopatía, agua mineral con ampollas de no sé qué mezcladas y en reposo durante 48 horas antes de la ingesta (¡es verídico!), papelitos donde se escriben los problemas y luego han de ser quemados... ¡Bien, querida psicóloga! Si provoco un incendio en casa, multiplico exponencialmente mis tribulaciones.
Hace poco, en el tren, tomó asiento a mi lado una monja de clausura sudamericana, residente en no sé qué convento de por aquí. Cuando me preguntó por mi inclinación religiosa le respondí que soy atea, y pareció horrorizarse:
-¡Ah, por eso sufres! Voy a rezar por tu alma.
-No, no te molestes: no creo en el alma y ya soy feliz: no necesito la religión.
-¡Claro, pero entonces no sabes qué está bien y qué está mal; yo ya no voy a preocuparme por ti.
-¡Repito que no tienes que preocuparte de nada! Y perdona: quizás me rijan unas concepciones morales mucho más sólidas que las tuyas, porque nadie me las ha impuesto y porque no actúo atemorizada por un castigo o una recompensa eternos. He llegado a mis principios por decisión propia. ¿Qué pasa, que según tú quienes piensan de forma diferente son amorales? ¿Cómo queréis que creamos? El fanatismo religioso ha acabado con muchas vidas inocentes y lo sigue haciendo, por desgracia. Yo soy tolerante, y la tolerancia no ha matado a nadie. Puedo quererte a ti, por ejemplo, sin ningún problema, aunque tú vayas a misa y yo no..., y tú sin embargo me rechazas.
La monjita siguió en sus trece. Tal vez, en sus visiones oníricas, se le aparezca mi espíritu como algo demoníaco de lo que hay que huir.
Según la lógica de gente como ella, yo habría tenido que eliminar de mi lista de amigos a todos los creyentes: ¡menuda idiotez! Pero, ¿por qué todavía existe ese pudor cuando uno se reconoce ateo? ¡Que Franco murió en 1975! El gran Manuel Toharia hubo de afrontar respuestas absurdas en Facebook cuando habló en Radio Nacional sobre el origen del universo y el big bang. Alguien sugirió incluso que se lo censurara, que no se hace proselitismo ateo en una radio pública. ¡Ja, ja! ¡Hablar de ciencia es hacer proselitismo! Y ellos, que meten la religión católica en todas partes... En la educación de un Estado aconfesional, por ejemplo, que se supone que es España (o eso reza la Constitución).
Por supuesto que Toharia no opinó sobre creencias religiosas, que no tenían cabida en una charla sobre física ni eran el tema expuesto; sólo explicó algo nada nuevo en absoluto, ni mágico, ni sorprendente: la transformación de energía en materia y la conservación de ésta. Todos los escolares lo recitan (me recuerdo a mí misma haciéndolo, con doce años, en el pasillo de camino al patio de recreo): "La energía no se crea ni se destruye: únicamente se transforma". ¡Gran Einstein, ayúdame! E=mc², ¡Verdad? Cierto: "es más fácil desintegrar un átomo que un prejuicio". Seguro que tú también te topaste con muchos intolerantes. ¡Oh, pobre! Rechazado en Alemannia por los nazis y en Estados Unidos por los macarthistas y otros ignorantes, ¡habiendo visto anteriormente cómo arrojaban la bomba atómica sobre Hiroshima y Nagasaki...! Mas sigamos con lo nuestro. Cualquier niño de primaria suelta asimismo, de carrerilla, que la Tierra gira en torno al Sol, y que es un planeta de tantos y tantos, sin mayor importancia cósmica. Galileo estuvo a punto de morir quemado por atreverse a afirmarlo, y tuvo que retractarse y vivir bajo arresto domiciliario: ¡pobre hombre!
¿Qué ventaja evolutiva presentan el fanatismo y la sinrazón? Bueno, opino que ambos son directamente proporcionales a la incultura y la ignorancia. ¡Cuántos males podríamos remediar con la educación adecuada! Pero los sistemas educativos van decayendo, degenerando, empobreciéndose y acatetándose. La universalidad, la amplitud de miras necesaria para abrir las puertas al conocimiento sin prejuicios es reemplazada por un provincialismo que asusta, donde lo mejor es el pueblo de uno simplemente porque ha nacido allí. Lo siento: esa ceguera no la soluciona ningún oftalmólogo.
La diversidad es buena; es positiva; es necesaria. Con ella descubrimos que no somos los únicos; que nuestra concepción no tiene por qué ser la mejor y, sobre todo, aceptamos el hecho de cambiar de opinión como algo natural. El error nos hace crecer y asumir los propios fallos nos engrandece. ¡Oh! ¡De cuánto dogmatismo nos libraría entender esto!
Tiendo a ser pesimista en general, y, teniendo en cuenta las andanzas del Daesh y de Donald Trump, entre otros, el panorama no resulta muy alentador. Confiemos en que nos invada una pandemia de sensatez.
ERRANDO DISCIMUS.

[DOS DÍAS DESPUÉS]

Me comunica un corresponsal que este artículo es un insulto a todas las religiones, "proselitismo de la ciencia [parece ser que llaman así a la curiosidad y el interés científico]" y me pide que demuestre la existencia del universo sin un dios. ¡Ah, magnífico! Él, que es quien sostiene afirmaciones que van en contra de la Física, me incita a contraargumentar. ¿Por qué no al revés? Claro, sólo puede hacerlo con una única frase: "Es cuestión de fe". Ahí directamente no seguimos hablando, pero a eso lo llamo yo principio de autoridad: una peligrosa trampa fanática que, entre otras cosas, es incompatible con el método científico. Muchos han perecido o se han visto silenciados por culpa de esta sinrazón.
Queridos lectores de cualquier credo: ¿os sentís insultados? Si es así, ¿por qué?
¡Viva la libertad de pensamiento!
[Una semana después]

Estimado profesor Hawking; queridísimo amigo:
Otro corresponsal de la misma lista arremete directamente contra ti. Dice que no has aportado nada, que sólo eres famoso por un libro de divulgación y una campaña de mercado e intereses orquestada por las editoriales y la universidad de Cambridge. ¡No puedo creerlo! ¿Así arroja por los suelos tu encomiable trayectoria vital?
¿Qué? ¿Cómo que no llore? ¡No es para menos! ¿Cómo me voy a relajar, después de esto? Los agujeros negros de la ignorancia autocomplaciente sí que no ofrecen salida. ¿Que no pierda el tiempo? Claro, el tiempo es un preciado don, ¿verdad? Necesito abrazarte: ¿me dejas? ¡Gracias! ¿Cómo que no tiene importancia? ?Que es absurdo preocuparse? ¿Por qué? ¡Te han insultado, te han ofendido!
Te escucho: ¡perdona! ¡Soy incorregible! Dime. No, no conozco al sujeto; es miembro de una lista... ¿A qué cita de Shakespeare te refieres? !Aaaah! Tienes razón: el mundo está desquiciado, ¡ja, ja! Pero yo no voy a ser quien lo arregle. Hay gente de todas clases: es tarea mía buscar a quien me convenga, ¿no? ¡Oh, siempre me apaciguas! ¡No, no te preocupes! Ahora lloro de emoción. !Gracias, mi adorado profesor Hawking!


Si se diera una fiel relación de las ideas del Hombre sobre la Divinidad, se vería obligado a reconocer que la palabra "dioses" se ha utilizado casi siempre para expresar las causas ocultas, remotas, desconocidas, de los efectos que presenciaba; que aplica este término cuando la fuente de lo natural, la fuente de las causas conocidas, deja de ser visible: tan pronto como pierde el hilo de estas causas, o tan pronto como su mente se ve incapaz de seguir la cadena, resuelve la dificultad, da por terminada su investigación, y lo atribuye a sus dioses… Así pues, cuando atribuye a sus dioses la producción de algún fenómeno… ¿Hace algo más, de hecho, que sustituir la oscuridad de su mente por un sonido que se ha acostumbrado A oír con un temor reverencial?
Paul Heinrich Dietrich, barón Von Holbach.
William James solía predicar la "voluntad de creer". Yo, por mi parte, quisiera predicar la "voluntad de dudar"... Lo que se persigue no es la voluntad de creer, sino el deseo de descubrir, que es exactamente lo opuesto.
Bertrand Russell: "Sceptical Essays" (1928).

5 comentarios:

  1. ¡Enhorabuena Rocío, concuerdo al cien por cien con lo que sostienes! ¡Viva la diversidad, viva la interculturalidad, no al fanatismo, sea del tipo que sea, no a la violencia, sea del tipo que sea, sí a la libertad y al respeto entre todos!

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  2. Teoria del big bang, creacionista, biologista, darwinista, y alguna otra teoria que debe de existir, qual es la buena o la cierta?, yo personalmente no lo se, solo se que estoy viva, que puedo pensar y caminar, que el aire me permite respirar, que el sol me calienta y que la noche me permite descansar. Donde ire cuando me muera?, tampoco tengo la respuesta no he ido y he vuelto para experimentarlo, solo soy consciente del momento presente
    Laura

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  3. !Ja, ja! !Qué ocurrente! Lo mejor es disfrutar de la vida y tener curiosidad por saber y aprender; ser buena persona, ayudar a otros y tratar de ser feliz. !Adelante!

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  4. Ya que te consideras antidogmática y tolerante, seguro que te interesará leer esto.
    http://www.culturadelcristiano.com/2011/09/respuesta-de-john-lennox-los-argumentos.html?m=1

    Y un matiz:la Constitución no dice que España sea un estado laico, sino aconfesional.
    https://es.m.wikipedia.org/wiki/Estado_aconfesional
    Saludos

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    Respuestas
    1. ?En qué se basa para afirmarlo? Las leyes de la Física pueden ser demostradas. Se puede crear vida a partir de energía por recombinación de átomos y millones de años de evolución. Trasciende lo natural que haya algo fuera de todo..., ?de dónde sale? ?De qué está hecho? ?Por qué resulta más fácil asumir esto sinn más que entender unas leyes universales, válidas en todo contexto? También eran dioses los rayos y truenos, y las enfermedades posesiones demoniacas o castigos divinos. También hubo un primer hombre de la nada, y un universo de unos pocos miles de años. Esto dentro del Cristianismo, obvio. Cada cultura presenta su poético mito de la Creación, para ella el único válido.
      La conversión de energía explica el funcionamiento de los motores: !no hay misterio!
      !Claro que no tengo problema en leer! Mi modo de pensar se forjó con los libros, y con ellos se actualiza diariamente. Si este matemático es feliz en su creencia ¡perfecto! Mientras no me la imponga...
      Aconfesional, laico... !Parecen discusiones bizantinas! Quiero decir que no hay ninguna religión de Estado.
      Gracias por tu interés.

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