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lunes, 15 de agosto de 2016

Llegada a Ludlow


Estoy viviendo un cuento de hadas: ¡apenas puedo creerlo! Después de tantos años de taedium vitae y de deseos de partir para siempre...Me invade una profunda ola de gratitud hacia todos los que me han ayudado; en la cercanía y en la lejanía; con su presencia o a través de su obra y ejemplo. ¡Oh! Querida familia, estupendos amigos, grandes músicos, científicos, literatos..., intelectuales de la Humanidad... ¡Bendito universo, casual regalo de la vida! "T'amo, mia vita", que diría Monteverdi; refiriéndose a su bienamada en este caso, pero me apropio la frase para mi propósito. Esa vida que, durante tanto tiempo, me resultara una carga demasiado pesada de llevar sobre los hombros. Esa vida que juzgué equivocada, que deseé haer rebobinar y comenzar nuevamente. Esa vida que me atormentaba y me asfixiaba con su responsabilidad... Esa vida por la que me dejaba llevar remolcada, cuyos resortes ya no manejaba yo, sino el Destino; el viento; los otros. Me había transformado voluntariamente en marioneta y, aunque me quejase, resultaba más cómodo para mí que alguien tirara del hilo. ¡Oh, tortura! ¡Oh, crueldad! ¡Oh, tristeza ilimitada! ¡Oh, lágrimas no lloradas! ¡Oh, letargia del sistema limbico! ¡Oh, niveles ínfimos de serotonina y dopamina! ¡Oh, desesperante insomnio!

Mas todo eso pasó, pasó... Algo me impulsó hacia arriba, una bendita fuerza constituida por todo lo bueno que me rodea y, en especial, por lo más grandioso que existe y que nos da sentido: el amor. No el conyugal, el sexual, la pareja: hablo de amor en sentido genérico. El amor de la familia, de los amigos, de un niño pequeño con su dulce ingenuidad,, su inocencia y esa sonrisa que, parafraseando a Miguel Hernández, te pone alas. El amor a la bondad humana que todavía existe y en la que quiero creer, a pesar de todo. El amor de alguien que, en momentos de apuros, te da un abrazo sin hablar, porque las palabras sobran, visto que ese abrazo es elocuente per se. Quiere decir: "yo te apoyo siempre. Estoy contigo, ya no te encuentras sola. Confía en mí. Pase lo que pase, me tendrás a tu lado". Amor de un gatito al que acaricias, o de un majestuoso roble cuyo tronco, al cual te aproximas y que rodeas con los brazos, parece recordarte que somos un todo necesario e imprescindible, aunque cada elemento individual del mismo constituye una insignificante pequeñez.

¡Estoy tan conmovida...! Stephen Hawking me ha ayudado mucho a comprender estas cosas y a valorar mi humilde existencia en lo que es: ¿cómo osaba despreciarla tanto? ¡Y la discapacida no tiene mayor importancia cósmica si la comparamos con los eventos del universo! ¡Qué belleza! Nadie antes me había hablado así.



Estas reflexiones me ha inspirado Ludlow, el pueblito precioso en quee nos encontramos Jorge, Richard y yo para cantar las Vísperas de Monteverdi. Ya hemos comenzado los ensayos, ¡y partes difíciles! Yo no tengo la partitura, no me la han podido transcribir en tan poco tiempo; pero he oído la obra varias veces y voy siguiendo a mis compañeras y el todo armónico. Mi intuición musical me ayuda mucho.
Es una pena que me hayan robado el anotador. Leo los textos en latín con el Iphone y la línea Braille conectada por bluetooth, pero cada vez que mi teléfono se bloquea se me va al comienzo del texto, y eso ocurre... ¿Al minuto de no usarse? Se pone en modo "teclado bloqueado". He de averiguar algo, pasar el texto a IBooks por ejemplo. Podía haber escrito todo en una hoja de papel, al estilo tradicional, pero con el ajetreo de este verano no he tenido tiempo. Bueno, tuve el día de antes de venir a Inglaterra, mas me dio tantísima pereza... Una suerte que hay fragmentos tan conocidos textualmente, como el Magnificat, que no tengo que mirar.

Montevverdi es genial, ¡lo recomiendo! Cuando vuelva a casa commpraré los madrigales con Anthony Rooley y mi adorada Emma Kirkby.

Hoy casi lloro cuando me vi en medio de dos coros, instrumentos de cuerda, de viento, órgano... ¡Un conjunto al completo de música antigua, imponente y magnífico! Sí: tenía que destacar en la Basílica de san Marcos. Tenía que sonar allí con pompa y boato, y por ello la riqueza tímbrica había de ser lo primordial, además de los cori spezzati (coro I y coro II).
Me encanta eso de la seconda pratica, es decir: la palabra es lo más importante y la música está a su servicio. Monteverdi expresa como nadie con la música lo que quiere decir: risa, llanto, felicidad, júbilo, desconcierto... Grazie, molte grazie! Pena che sei morto e non ti posso abbracciare mai più! Ma mi fai così felice con la bellezza che hai creato, amatissimo genio...! Sai che ti adoro?

Richard y Jorge son unos espíritus benéficos caídos de no sé qué lugar del espacio en el momento justo para ayudarme, ampararme, confortarme, enseñarme. ¡Cuánto los quiero y cómo les estoy agradecida! Me conmueve tanta bondad, máxime tras años de incomprensión, odio y traiciones por parte de muchos, considerados por mí amigos y que han demostrado con sus acciones una falta absoluta de sensibilidad, bonhomía, educación, decoro, tolerancia... Se han revelado como personas malvadas, de lesa humanidad. Ahora les digo, a todas y cada una de ellas: ¡fuera! ¡No os quiero en mi vida! ¡He tenido suficiente! ¡Dejadme en paz, en paz, por favor: en paz! No os he hecho nada para que me tratéis así. No estoy ya enfadada; no os guardo rencor; no os odio, pero... ¡Marchaos! ¡No volváis a cruzaros en mi camino! ¡No me contaminéis nunca más con vuestra toxicidad!

Vosotros en cambio, mis ángeles buenos; vosotros, seres plenos de amor, bondad, altruismo, deseos de ayudar, sensibilidad... Vosotros: ¡venid! ¡Dejadme estrecharos en mis brazos y acoged mis conmovidas lágrimas de gratitud! ¡No me abandonéis nunca, ahora no, ya no! ¡Decidme que no volveré a estar sola! ¡Queredme! ¡Aseguradme que vais a estar siempre ahí y que me ofreceréis vuestra ayuda cuando lo necesite! Yo también quiero seros útil: ¿lo soy de verdad para vosotros? ?En serio me profesáis afecto? ¿Sí, sí? ¡Oh! ¡Cuánta dicha!

¡Gracias, cosmos! ¡Gracias, gracias, gracias!
¿Sabéis? Me conmueve que seamos polvo de estrellas; no me había detenido a pensar en mí como tal cosa. Cuando era pequeña, los miércoles que daban por finalizado el Carnaval -comienzo de Cuaresma- nos ponían en la frente una cruz de ceniza y exclamaban los curas de turno, siniestramente: "Polvo eres y en polvo te convertirás". ¡Gracias, optimistas! Eso a una niña de seis, siete, ocho años... ¡Qué emoción! Se ve que encontraban placer en recordarnos nuestra inminente marcha del universo. Si tanto les pesa, ¿por qué no se suicidan todos y nos dejan en paz? Perdonad, perdonad, perdonad... Esto viene a colación por lo del polvo de estrellas; podían haber cambiado la frase: "de las estrellas vienes; polvo de estrellas eres y a las estrellas retornarás". ¿No os parece más poético? ¡A mí sí! Y con un sentido más vitalista e integrador. What do you think about it, Professor Hawking?

2 comentarios:

  1. ¡Grande Rocío, grande de verdad! Ya sabes que yo siempre estaré ahí contigo, porque ya en tus últimos malos momentos lo estuve, y ahora no puedo dejar de estarlo. ¡Sigue así!

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