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jueves, 7 de julio de 2016

Impresiones desde la sierra de Huelva.

En Galaroza, pueblo para mí desconocido hasta hace poco, se vive muy bien. La gente es encantadora y hospitalaria y está imbuida por un espíritu tan fuerte de solidaridad y pertenencia a la colectividad, que me conmueve profundamente. Eso antes era maás o menos normal, pero por desgracia se está perdiendo con tanta globalización, tanto estrés, tantos hombres grises de la Caja de Ahorros del Tiempo que vienen a devorar nuestras preciosas y valiosísimas flores horarias.
Aquí el ritmo es diferente: apenas circulan coches, hay canales de agua y fuentes por doquier que nos deleitan con su frescor y su murmullo, la temperatura es muy distinta a la del tórrido verano ursaonés... Pareciera que hubiese aterrizado en otro universo: el de la hermandad y el abrazo de los millones de criaturas que recitó Schiller y musicó Beethoven.
Los asistentes al curso somos mimados y exquisitamente atendidos por esta amable familia de 1600 miembros. La madre del organizador de todo este tinglado, José Luis Sosa -José Luis el hijo, claro-, se ocupa amorosamente de nuestro bienestar gastronómico: ¡qué gazpachos y salmorejos! ¡Qué tortillas, ensaladas y cremas de calabacín!
El hermano de José Luis es Antonio, el alcalde (del PSOE). Yo llamo a ambos Sosa Cáustica.
Antonio es un alcalde todoterreno: lo mismo aparece en la caja del Covirán que nos está sirviendo la cena. Luego tenemos a Toribio, primo de ambos, que me sirve la comida y me gasta muchas bromas. Y a Carmelo, simpatiquísimo, y a Emilia, hermana de los cáusticos, que lleva el hostal y me invitó ayer a café, pero como El tiempo no va al revés y las cosas tienden a desordenarse más bien que a ordenarse, es decir, que se desordenan de facto atendiendo a una ley física, se rompió la taza Al llevarla la madre y excelsa cocinera adentro, porque me sacó a la puerta en una silla, para que me diera el fresquito, y eso que eran las 7:00 de la tarde. Lo de la taza entrópica no funciona, y aunque yo me quedé esperando a que se recompusieran los fragmentos, tal cosa no sucedió.
Emilia es la maestra en un centro de ciento y pocos niños, que ni siquiera cuenta con segundo ciclo de la ESO. Los niños, por tanto, gozan de una educación privilegiada: ¡como en Finlandia! He pedido a esta insigne maestra de pueblo, maestra como los antiguos, maestra de verdad, que el año que viene ponga a otro grupo de niños que tarareen las danzas. O incluso que aprendan la letra de alguna, por ejemplo del cancionero de Palacio. Éstos críos son una cantera, una semilla que florecerá, ¿quién sabe? Tanta música antigua tiene que influirles de algún modo.
Sé que he dejado de nombrar a otros muchos que me han demostrado su afecto y me han ofrecido su ayuda, pero son muchas voces, muchos nombres y muchos datos de golpe: os solicito un poco de comprensión. Gracias.
Estoy haciendo historia en Galaroza. Ya me han invitado para el 6 de septiembre, que hay una fiesta en la que las mujeres se meten en la fuente de los caños, los niños chapotean en los canales y todos van por ahí con pistolas de agua, haciendo la más hermosa de las guerras.
¡Infinitas gracias, querido pueblo! Os adoro, y regresaré.

8 comentarios:

  1. Como sigas devorando el mundo a ese ritmo dentro de poco no podras tener un lugar fijo de residencia y podrias acabar convirtiendote en una ciudadana del mundo...ves con cuidado, tanto degustar la realidad podria producir un colapso de tu sinapsis y una reaccion en cadena que haga implosionar el universo conocido...en otras palabras: te cagas!!!

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    1. Te rogaría, por favor, que ante todo me permitas ver tu cara. VERITASUPER OMNIA!!!
      No empleéis el recurso fácil y cobarde del anonimato para esconder la cabeza bajo el ala.
      Habéis conseguido enfadar a los dioses, que ahora mismo están moviendo los muebles del Elíseo.

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    2. Por supuesto que sé quién eres: tu sarcasmo, tu envidia motivada por ciertos complejos de inferioridad, tu humor destructivo y tu permanente estrés que suele traducirse en violencia verbal son inconfundibles, al par de tu forma de expresarte con la coda coprológica final.

      Sin embargo, no seré yo precisamente la que traicione un encubrimiento elegido por ti.
      Como dirían Hawking, Asimov y tantos hombres sensatos que en el mundo han sido y confío en que aún serán,
      !una pena tan superfluo gasto de energía! Eres una persona culta y, sin embargo, te pueden la suspicacia y la envidia. Por favor, ¡Corrígelo! Te lo pido sobre todo por tu bien.
      No estoy enfadada contigo. No te guardo rencor. Pero, te ruego, ¡No intentes destruirme! No lo vas a conseguir, me ampara el cosmos.

      No creas que he derramado una sola lágrima o que gastado un solo pensamiento en estas palabras, sólo el tiempo justo de responderlas sabiamente.
      Y recuerda: el tiempo lo pone todo en su sitio.

      Gracias.

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  2. ¡Hay que explorar, hay que vivir, hay que disfrutar! ¡Después de tanto tiempo, ya tocaba! ¡Sigue así Rocío!

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    1. Tienes toda la razón, querido Abraham. Gracias por tu apoyo en los momentos de colapso.
      Querido amigo…, ¿Desconocido? ¡Ja, ja, ja! ¿Refugiado en el anonimato? Es de reprenderle severamente, porque las dos últimas palabras no pegan nada en un mensaje tan poético. Me han encantado las metáforas alusivas a mi queridísimo amigo Stephen Hawking Y al universo que habitamos, pero esa prevención a que explore, conozca, curiosee, indague... What did you say, Doctor Hawking? "Be curious". Y que si a la vida le quitamos la emoción, la capacidad de sorprenderse que si algún día los niños pero que, a medida que vamos creciendo, la vamos perdiendo, dicha vida carece de sentido, ¿verdad? ¡Sí, lo dijiste literalmente, me lo dijiste a mi! ¡Lo he leído! Además lo he experimentado en carne propia, porque he pasado un cuarto, literalmente un cuarto de mi joven y triste vida -esto va con ironía y sorna- en ese estado de coma emocional, de sistema límbico anulado. Ahora resucito, y reclamo mi derecho a ser una persona normal, a reír, a disfrutar, y cuando vengan los momentos de tristeza, que vienen, por supuesto, tendré más energía para poder afrontarlos y encarar de nuevo otra etapa con El equilibrio deseado.
      Prefiero comerme el mundo algunos días, que no siempre es mi estado este, lo que pasa es que ahora me encuentro en el curso y ando por las nubes… Digo: prefiero comerme el mundo a que este me, a mí, que, según lo referido más arriba, me ocurrió durante un cuarto de mi joven vida. Dixi.
      Un abrazo al cosmos.

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    2. Mi amiga la Siri ha cometido errores. Por supuesto quería decir: " he de reprenderle severamente por no sé qué decir de los programadores de esta plataforma, los comentarios no pueden ser editados, de manera que dichos errores harán historia y darán a entender al universo lo idiota que es el asistente virtual, que en lugar de ayudar desasiste e incordia. ".

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    3. Prefiero comerme el mundo a que éste me coma a mí. No era el signo ortográfico. !Asimooooov, ven en mi ayuda!

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    4. Las faltas en la escritua no lastiman el contenido esfervecente de tu mente inquieta ni el entusiasmo que desprenden.
      No aspiro la perfección en nada y sufriría mucho si las formas me hicieran no ver el fondo.

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