domingo, 12 de junio de 2016
Festival Bach de Leipzig 2016. Día 3: cantatas de Bach con el coro de niños de Hannover.
Esta mañana nos lo tomamos relajadamente: desayunamos con tranquilidad y, sin agobios, nos encaminamos hacia el Johannapark, un parque grandísimo donde abundaban los tilos majestuosos. Disfrutamos de su sombra y de su tranquilidad y caminamos,, caminamos, caminamos..., hasta llegar a otro parque. Estuvimos paseando hasta las dos, que nos sentamos a hacer picnic, es decir, a tomarnos el bocadillo en plena naturalezza. Yo estaba ya agotada, pero la comida me dio energías para regresar.
Llegamos al hotel sobre las tres y media, nos duchamos, bajamos a tomar café (bueno, yo chocolate caliente, que estaba buenísimo) y, ¡al concierto! Fue en la iglesia de san Nicolás e intervinieron el coro de niños de Hannover y Concerto Cöln. Por desgracia no hubo niños solistas. De los cuatro, los que más me gustaron fueron el bajo y el tenor; la que menos, la soprano.
Al parecer están dedicando el paseo por las cantatas a las compuestas en 1723-24, obras relativamente tempranas. Hoy todas fueron alegres y luminosas. Empezaron con "der Himmel lacht, die Erde jubiliert", con ese coro inicial tan abundante en coloraturas. Luego vino la 155, la que menos conozco. Después la 65, la de Epifanía, "Sie werden alle aus Saba kommen", con esa instrumentación tan rica: corni da caccia, flautas de pico.... Se ve que Bach en la corte contaba con muchas posibilidades al respecto.
Laa penúltima: "Herr, wie du wilt", con ese coral inicial constanantemente interrumpido para al final insistir machaconamente en la idea de que se hará lo que Dios disponga. ¡Vaya un dios dictador! El coral que cierra la obra está basado en "une jeune fillete", anónimo francés que dio la vuelta a Eurpa en todas sus posibles versiones.
Por último, "Singet dem Herrn ein neues Lied", BWV 190. Ésta no la grabó Harnoncourt, y si alguno de mis lectores puede aclararme por qué... Yo tengo una versión con el coro e Tölz y el Collegium Aureum que no fue reeditada en disco commpacto; hablé de ello en una entrada de mi otro blog.
El coro inicial es un despliegue de agradecimiento a Dios, de ganas de cantarle y alabarlo. Es deslumbrante. El aria de contralto de esa cantata, "Lobe, Zion, deinen Gott" es mi preferida... Bueno, después del coro inicial, claro; cortita pero, no sé: tiene algo que me fascina. El coral final aparece también con su orquesta interrumpiendo de vez en cuando, las trompetas con sordina, los timbales....
Nunca pude ver realizado mi sueño de presenciar una cantata de Bach con el tándem Harnoncourt / Schmidt-Gaden, con niños solistas y la energía de ambos conjuntos; pero lo de hoy con el coro de niños de Hannover y su claro sonido, con el Concerto Cöln y su fuerza y buen gusto, me ha transportado a otra dimensión.
Pero,, ¿por qué en las iglesias alemanas hay tan buena acústica? ¿Los muros, las columnas de en medio, la falta de ornamentos? Con razón se celebran tantos conciertos en elllas.
Sigo agotada y quedándome dormida ante el teclado, pero no quería perder la conexión diaria porque luego olvido datos. Mañana pretendo ir al museo de Bach, aunque habrá poca cosa: entre lo que fue destruido y lo que fue malvendido o tirado por negligencia.... ¡Friedemann, no te perdono! Buenas noches, en casa reeditaré estos artícuos que podréies consultar ya corregidos.
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