Este vídeo me ha conmovido y demuestra con creces que los niños son capaces de cualquier cosa cuando se los motiva. Pere Estupinya es aquí el ejemplo de buen maestro; de amante de la transmisión de conocimientos; de creer en la educación como algo hermoso: no como alienación, guardería de niños o instrumento de aniquilación total: es decir, una antieducación.
Me gustaría conocer a Pere Y formularle igualmente multitud de preguntas. ¡Oh! Ojalá pudiese reunir a todos mis ídolos, presentes y pasados.
Los chicos, ávidos de saber, han planteado cuestiones bastante inteligentes.
Aquí tenéis el vídeo.
Después de Asimov, por tanto, vendrá El Ladrón de Cerebros. Me está fascinando esto de la ciencia, aunque no llegue nunca a poseer habilidad matemática ni destrezas que me permitan hacer deducciones y conclusiones con números o fórmulas.
No tiene nada que ver, pero de pronto estoy pensando que la Iglesia se podía haber dado un poquito de más prisa en perdonar al pobre Galileo Galilei. Lo adoro porque no se calló. Claro que hubo de retractarse para no ser quemado, eppur si muove: !jajaja! ¡Di que sí! Además el padre, Vincenzo Galilei, fue laudista y compositor.
Eppur si dorme: buonanotte!
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¡Un grande el señor Estupinyá, sin duda! ¡Y grandes los profesores y los alumnos que hayan leído su libro! ¡Así, así se motiva a los niños, así!
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